El gobierno federal de la presidenta Sheinbaum denunció a 13 casinos. Desde hace siete años, los casinos son regulados por la Secretaría de Gobernación de la 4T. Con lo cual, se puede deducir que estos casinos operaron a sus anchas frente a las narices de Adán Augusto López (2021-2023), Luisa María Alcalde (2023-2024), y en una de esas hasta Olga Sánchez Cordero (2018-2021). Los tres fueron secretarios de Gobernación de AMLO.
¿Hasta dónde llega la culpabilidad de los secretarios de Gobernación de López Obrador con esta red de casinos denunciada por la administración Sheinbaum, considerando que la Dirección General de Juegos y Sorteos pertenece a la Secretaría de Gobernación? Y en particular, uno de ellos:
¿Se atreverá el régimen en ahondar en las denuncias de que Adán Augusto López usó Juegos y Sorteos como su caja chica para enriquecerse y hasta financiar su fallida precampaña presidencial? ¿Lo citarán a declarar? ¿Citarán a declarar al que era su director de Juegos y Sorteos, Manuel Marcué Díaz, operador financiero de su grupo político?
Marcué no sólo operó Juegos y Sorteos para Adán Augusto. Es el hombre de confianza que armó el negocio de venta de medicinas al gobierno para los amigos de Andy López Beltrán. Marcué fue quien condujo de la mano a Amílcar Olán, el financiero estrella de Andy, para que incursionara en el negocio de la salud y recibiera una metralla de contratos federales y estatales.
Marcué se posicionó como funcionario del sector salud en el Estado de México cuando gobernaba Eruviel Ávila. Encabezó la administración del ISEM bajo las órdenes de César Gómez Monge, quien era el secretario de Salud mexiquense.
Con esa experiencia lo fichó Adán Augusto López. Ayudó que Manuel Marcué también es tabasqueño y Adán conocía a su papá. Lo colocó al frente de la Dirección de Administración de Salud en su etapa de gobernador de Tabasco. Desde ahí, Marcué abrió camino para que el igualmente tabasqueño Amílcar Olán empezara a recibir contratos para toda suerte de actividades en el sector salud: venta de medicinas, distribución, todo. Con la asesoría de Marcué, El Clan de Andy López Beltrán se fue convirtiendo en un imperio del negocio de la salud mientras el país sufría de un agudo desabasto de medicinas producto de la mala gestión de su papá, el presidente.
Cuando López Obrador nombró a su “hermano” Adán Augusto secretario de Gobernación en 2021, éste se llevó a Marcué para regular los casinos. Las historias de extorsión empezaron a multiplicarse. Llegaron a oídos de mucha gente. Dinero a cambio de permisos, renovaciones, etc. Todo, para el grupo de Adán Augusto.
¿Le entrarán a esto la presidenta Sheinbaum y su gabinete de Seguridad?
SACIAMORBOS
Y mientras, Amílcar disfrutando plácidamente en Suiza sus millones, sus negocios, su impunidad y sus complicidades.
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