Ernestina Godoy es responsable de encubrir la tragedia en la Línea 12 del Metro. Por ella sigue la impunidad. Cuando sucedió la desgracia que mató a 26 personas, ni siquiera llamó a declarar a la directora del Metro. Cuando se dio a conocer el reporte internacional que señalaba la falta de mantenimiento (culpa del gobierno de Sheinbaum) como causal del colapso de la Línea 12, tampoco hizo nada.
Ernestina Godoy es responsable de que siga en la impunidad el colapso en el colegio Rébsamen, cuando Claudia Sheinbaum era jefa delegacional. Murieron 26 personas, entre ellas 19 niños.
Ernestina Godoy, en cambio, es diligente para perseguir a los opositores de su jefa: la investigación del “cártel inmobiliario” culpó a panistas de irregularidades y corrupción; y para presionar en favor de su propia ratificación como fiscal, detuvo y esposó al dirigente priista Tonatiuh González. ¿Son inocentes? Cómo saberlo, si la Fiscalía se maneja con criterios políticos. Si fuera imparcial y profesional, si hubiéramos visto altos funcionarios morenistas detenidos por la Línea 12 y el Rébsamen, seguramente habría menos dudas de sus indagatorias contra panistas y priistas.
Ernestina Godoy es responsable del espionaje contra rivales políticos de Claudia Sheinbaum. Lo mismo externos que internos. Santiago Taboada, Alessandra Rojo, Ricardo Monreal. Sus agentes usaron el poder de la Fiscalía para solicitar los registros telefónicos: mensajes, geolocalización. Lo denunció The New York Times. Escándalo internacional.
Ernestina Godoy es responsable de meter a la cárcel a Alejandra Cuevas por un delito que inventó el fiscal Alejandro Gertz Manero para cobrarse una venganza familiar. Hasta la Suprema Corte de Justicia enmendó la plana a la fiscal capitalina y al fiscal federal.
Ernestina Godoy es responsable de que se haya escondido en su Fiscalía el feminicidio de Montserrat Juárez. Sus agentes lo trataron de hacer pasar por un infortunio de salud, hasta que se divulgó el video de cómo sacaban el cadáver clandestinamente del departamento donde la mataron.
Ernestina Godoy es responsable de que en la CDMX se ha incrementado casi en un 60 por ciento el rezago en la resolución de carpetas de investigación. Ernestina Godoy es responsable de que el índice de impunidad en la Ciudad sea mayor al 99%.
Ernestina Godoy es responsable de plagio de su tesis de licenciatura, como documentó Guillermo Sheridan. Páginas enteras que llevan a concluir que no debería tener el grado académico y, por tanto, no puede ser fiscal.
Ernestina Godoy encarna, pues, los peores vicios de la impartición de justicia en México. Representa las peores prácticas que la sociedad mexicana ha exigido por años que desaparezcan. No es una fiscal independiente. Es una obradorista más. Es el brazo de persecución política y la operadora de la impunidad de Claudia Sheinbaum. Y encima, ni licenciada debería ser. Y por todo eso, qué bueno que no fue ratificada. Seguirá políticamente viva, conectada al oxígeno de Sheinbaum, pero su tropiezo muestra de nuevo a una oposición que cuando se lo propone, hace las cosas bien y triunfa, a pesar de tener a todo el Estado en contra.