Dos mil invitados. Varios grupos musicales tocando en vivo. Cabrito, carne asada y cervezas para todos. Cabalgatas previas para ir destapando el ánimo de fiesta. Era la fiesta del precandidato a gobernador de Morena en Coahuila. Armó el bailongo en la zona carbonífera donde hay 10 mineros enterrados. Ricardo Mejía Berdeja, morenista, subsecretario de Seguridad federal, cumple años el 26 de junio, pero decidió celebrarlo a finales de agosto… dos días después de que el gobierno diera por muertos a los mineros atrapados al anunciar que el rescate tomaría de 6 a 11 meses.
Tal falta de sensibilidad puede ser políticamente letal. También es contagiosa: tres días antes, la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, festejaba en redes su cumpleaños —globos y pastel en su oficina— cuando fueron las malas condiciones de trabajo y las corruptas supervisiones de su dependencia las que contribuyeron a enterrar a los mineros. Ella brilló por su ausencia en esta tragedia.
El caso de Mejía Berdeja es doblemente insensible: el fiestón coincidió con los incendios y narcobloqueos en Zacatecas. No es la primera vez que hechos escandalosos de violencia lo agarran en Coahuila, haciendo mítines políticos. Su responsabilidad directa es la seguridad. Pero Mejía anda en otra cosa. Poco parece importarle que el país esté en llamas.
El subsecretario está en abierta campaña para ser el candidato de Morena al gobierno de Coahuila. Violando la ley electoral, ya tapizó el estado de anuncios espectaculares, bardas, mantas, reparte volantes y para su fiesta de cumpleaños cerquita de la mina, acarreó a aproximadamente dos mil personas, sobre todo trabajadores y beneficiarios de los programas sociales del gobierno federal. Se sabe que hay notarios contratados por los partidos rivales y también por los otros aspirantes de Morena, para llevar registro de la abierta campaña.
En la mesa de honor del festejo —hay fotos— Mejía departió con algunos de los personajes más controvertidos del estado, señalados por ser los capos del negocio del carbón: Jorge Luis Morán, exdirector de la UIF local, acusado de pedir moches por los contratos federales; Antonio “Tony” Flores, empresario minero al que le han adjudicado 1,500 millones de pesos, y cuya hermana es presidenta municipal morenista de Múzquiz, Tania Flores, conocida como “la reina del carbón”; Shamir Fernández, diputado federal que renunció al PRI hace unos días y era catalogado como “traidor a la patria” por no haber aprobado las reformas de López Obrador; y Noé Garza, a quien el gobierno de Nuevo León investiga por un presunto desvío de 30 millones de pesos. Queda claro cómo se financia la campaña del subsecretario Mejía Berdeja, quien en la conferencia mañanera del presidente encabeza la sección “Cero impunidad”. Vaya ironía.
SACIAMORBOS
No encabeza las encuestas, pero está casado con una influencer. En el 2018 fue coordinador de la campaña de Ricardo Anaya en Guerrero, pero ahora ya es morenista de hueso guinda.
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