Cada quince días, la titular del Sistema Nacional de Seguridad, Marcela Figueroa, va a la conferencia mañanera a repetir la misma narrativa: los asesinatos han bajado desde que llegó Morena al poder, y particularmente, desde que la presidenta Sheinbaum tomó posesión. El último dato oficial lo dio ayer: bajaron los homicidios dolosos 33% entre septiembre del 2024 y este abril, y 28% entre el 2018 y lo que va de 2025.
La narrativa del gobierno no está permeando entre la gente. La gente no se siente más segura. Ayer mismo, el Inegi —ahora encabezado también por una obradorista, así que no hay modo de que lo desmientan desde el gobierno— reportó los resultados de su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, ENSU. ¿Qué dicen? Que la gente se siente cada vez más insegura desde que la presidenta Sheinbaum tomó posesión: ha subido de 59% a 62% la percepción de inseguridad.
El discurso del gobierno dice una cosa. El miedo de la gente dice otra.
Hay algunos factores que lo pueden explicar:
El primero —que hemos expuesto aquí a saciar— es que mientras las cifras oficiales señalan que los asesinatos van a la baja, esas mismas cifras señalan que las desapariciones van al alza. Esto abre la puerta a que el gobierno esté maquillando los números —haciendo pasar personas muertas por desaparecidas— o que los mismos narcos hayan encontrado el método para no llamar la atención: mientras no aparezcan los cadáveres, no se considera que aumentan los homicidios dolosos (por algo aparecen tantas narcofosas). La presidenta prometió desde hace más de un mes que daría un reporte detallado de las desapariciones, porque ella no confiaba en sus propias cifras. No ha sucedido.
El segundo factor es que la titular del secretariado de seguridad, con el aval de la presidenta Sheinbaum que entiende muy bien de números, ha estado haciendo algunas trampitas con los datos. Suele comparar cifras preliminares con cifras definitivas. Si nos vamos solamente a las cifras definitivas, la tendencia a la baja en los homicidios dolosos que tanto presume el gobierno no ha sido tan contundente. Sin ir más lejos, los asesinatos han ¡aumentado! entre diciembre del 2024 y marzo del 2025, al pasar de 73 a 75 en promedio al día.
El tercero es que los episodios de violencia de alto impacto —masacres en bares, narcobloqueos, comercios incendiados, Sinaloa en estado de sitio por más de siete meses, etc.— contagian la percepción de que la violencia empeora.
Todo esto puede contrarrestar algunos datos que el gobierno tiene para presumir: en apenas medio año de administración, llevan casi 20 mil detenidos y han desmantelado 839 narcolaboratorios… que operaban a sus anchas en el sexenio de López Obrador.
SACIAMORBOS
Ahora que están prohibiendo los narcocorridos por apología de la violencia, y ante las evidencias recientemente expuestas, ese cántico de “Es un honor estar con Obrador”, ¿califica como narcocorrido?
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