Durante toda su vida de opositor, Andrés Manuel López Obrador se quejaba de que los medios de comunicación le aplicaban —por instrucciones del gobierno en turno— un “cerco informativo”. Que no se le daba cobertura a sus actos, que no se le invitaba a entrevistas y que si se hablaba de él, era solo para hablar mal.
Repitió tanto el término “cerco informativo” que se volvió famoso… aunque no fuera cierto. Recuerdo que en alguna entrevista de la que se siguen viralizando fragmentos con el paso de los años, lo cuestioné sobre ese engaño y terminó admitiendo que había declinado las invitaciones al estudio que le habíamos hecho.
Hoy, López Obrador está aplicando a Xóchitl Gálvez el “cerco informativo” del que tanto se quejaba. Este sí de verdad. Como parte de su grosera intervención en la contienda electoral del 2024, el presidente le alineó a Claudia Sheinbaum a la mayoría de los medios de comunicación. Los “claudistas” empiezan a multiplicarse en los espacios de opinión y la línea pro-Sheinbaum se ve, se escucha, se lee y se siente.
No es solo una percepción. Hay datos duros. En el último mes, de Claudia Sheinbaum se habló 15% más que de Xóchitl Gálvez. Esa diferencia no es mucha. Lo interesante es ver cómo se habló de ellas: la cobertura de Claudia fue sólo con 12% de notas negativas y la de Xóchitl fue el triple, 38% de notas negativas. En pocas palabras, en los medios se critica a Gálvez más del triple que a Sheinbaum.
La disparidad queda aún mejor exhibida al cuantificar la cobertura mediática ante un tema idéntico: en la misma semana, las dos aspirantes presidenciales fueron acusadas de plagiar su tesis. Para Claudia Sheinbaum el tema de su tesis ocupó sólo el 1% de la cobertura que los medios de comunicación dieron a su campaña; para Xóchitl fue el 9%. Simplificando, por cada vez que se criticó a Sheinbaum por el plagio de su tesis, a Xóchitl Gálvez se le criticó en nueve ocasiones. Este diferencial raya en lo escandaloso.
(Los datos se obtienen del monitoreo Análisis de Reputación Mediática de Actores de la Central de Inteligencia Política, del 12 de septiembre al 16 de octubre de este año).
Como muchos otros rubros en este sexenio, en el de la relación del obradorato con los medios de comunicación, una cosa es lo que se dice en la mañanera y otra cosa es la realidad. En la mañanera, López Obrador jura que nunca ha censurado ni pedido la cabeza de ningún periodista, y se dice el presidente más atacado de la historia. Sobre esto ya he opinado en entregas anteriores de estas Historias de Reportero: “La patraña del ‘presidente más criticado de la historia’” el 30 de agosto y “El odio a los dueños de los medios”, el 6 de septiembre.
SACIAMORBOS. Cuentan que en su gira por Estados Unidos, Claudia Sheinbaum exigió a varios medios de comunicación hispanos que estaban interesados en entrevistarla que le dieran por adelantado las preguntas y que éstas no incluyeran cuestionamientos sobre algunos temas álgidos, entre ellos, el conflicto Israel-Palestina. Varios declinaron: así no.