En el quinto año del actual gobierno, a 16 meses de que concluya el sexenio, empiezan las evaluaciones de su desempeño y se multiplican los estudios e investigaciones para averiguar cuáles han sido sus resultados.
Llevo tres décadas estudiando migración. Constato que es brutal el choque entre las promesas formuladas por el candidato y el presidente electo AMLO hacia los migrantes mexicanos (y por extensión, latinoamericanos), y lo que ocurre en los hechos. Es absolutamente devastador. La contradicción es brutal.
La promesa en migración fue: “La política migratoria del Gobierno de México (2018-2024) se constituye sobre la base del respeto pleno de los derechos humanos a partir de un enfoque multisectorial, pluridimensional, corresponsable, transversal, incluyente y con perspectiva de género” (https://bit.ly/3OCteF1)
1. Responsabilidad compartida con países vecinos: Esta fue la promesa: ‘renovar el diálogo con Estados Unidos para garantizar la protección los connacionales que se encuentran en territorio estadounidense y de quienes retornan a México’. En los hechos la cantidad de dinero que México asignó para atender a retornados en el ámbito de ‘Quédate en México’ fue cero. Las personas deportadas quedaron abandonadas a merced de las bandas del crimen organizado.
2. Migración internacional regular, ordenada y segura. La promesa: destacan las recomendaciones específicas sobre mujeres migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas. Los hechos: las mujeres migrantes están atrapadas en la incertidumbre y el peligro pues la violencia de género campea en la migración a través de México (https://bit.ly/3IGrJlF)
3. Atención a la migración irregular. La promesa: La nueva política migratoria requiere instituciones como el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna). Los hechos: el gobierno ha decidido fusionar el Sipinna con el DIF, lo que en los hechos le resta operatividad en la defensa de la niñez migrante.
4. Fortalecer la capacidad de las instituciones. La promesa: Este componente busca una reingeniería institucional que dote a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, (Comar) de nuevas competencias, así como infraestructura eficiente y moderna. Los hechos: la Comar carece del presupuesto y del personal necesario para enfrentar el creciente número solicitudes de refugio: su supervivencia depende enteramente de la Oficina de la ONU para los Refugiados, el ACNUR.
5. Protección de mexicanos y mexicanas en el exterior. La promesa: La red consular de México en EU se convertiría en procuradurías de defensa del migrante. Los hechos: para el presidente de México las comunidades mexicanas en el exterior sólo existen como personas que envían remesas; él ha visitado EU cuatro veces y nunca se ha reunido con ellos, ni allá, ni acá.
6. Integración y reintegración de personas migrantes. La promesa: Para la integración y reintegración de personas resultan fundamentales las recomendaciones de la sociedad civil. El Consejo Consultivo de Política Migratoria es la instancia ideal para consolidar estas interacciones. Los hechos: se ha dado una silenciosa desaparición de los consejos consultivos en la gestión migratoria (https://bit.ly/3MWkvMC)
Este es apenas un botón de muestra en un ámbito de política pública. ¿Cómo andarán los demás?