En el CIDE tenemos la gran fortuna de contar con colegas historiadores y periodistas. Aquellos se asoman a la ventana y ven los acontecimientos en una perspectiva de larga duración; éstos narran las cosas mientras suceden.
Los periodistas nos informan que el asalto a la libertad académica ocurre hoy de la Hungría de Viktor Orban al Brasil de Jair Bolsonaro. De la India de Narendra Modi a la Nicaragua de Daniel Ortega. De la Turquía de Recep Tayyip Erdogan a El Salvador de Nayib Bukele.
La ruta de la intervención, captura y destrucción institucional por los gobernantes en instituciones cuyos integrantes son críticos de su desempeño, y por lo tanto ‘enemigos del pueblo’, suele ser:
1. Acusaciones de corrupción generalizada
No hace falta presentar pruebas. Se trata de estigmatizar: “Son corruptos, hacen negocios personales, lavan dinero’, El 8 octubre 2020 el gobierno prometió presentar en diez días el diagnóstico de las irregularidades en la operación de los fideicomisos. Nunca llegó.
2. Escalamiento de las acusaciones mediáticas a las instancias criminales.
La señora Álvarez-Buylla acusa de delincuencia organizada a los 31 investigadores del Foro Científico y Tecnológico para meterlos a la cárcel. El poder judicial ha negado las órdenes de aprehensión porque carecen de fundamento.
3. No importa la realidad
Las acusaciones de elitismo y privilegio se repiten sin ver los hechos. El CIDE es un instrumento de movilidad social en México. Antes de la pandemia, para la promoción 2020 fueron admitidos 133 estudiantes de entre 433 postulantes: 4 de cada 10 mujeres, y 6 de cada 10 procedentes de entidades federativas afuera del Valle de México. Del total de admitidos, 95 ingresaron una solicitud de apoyo económico para realizar sus estudios:
• 1 de cada 10 reportó un ingreso familiar mensual menor a 10,000 pesos
• 3 de cada 10 reportaron un ingreso familiar mensual menor a 20,000 pesos
4. Ponerles etiquetas de opositores político-partidistas
Se estrecha el cerco. En la siguiente etapa los académicos son acusados de ser un frente más de los partidos de oposición. No importa que el CIDE haya ejercido invariablemente el pensamiento crítico en gobiernos del PRI, del PAN y de Morena.
La red ‘Scholars at Risk’ https://www.scholarsatrisk.org/ o ‘Académicos en riesgo’ está documentando los hechos en nuestro país. ¿Se identifica el gobierno mexicano con los regímenes opresivos que socavan la libertad académica?
El historiador Rafael Rojas @librocrepusculo, que trabajó una década en el CIDE, señala: ‘Si toda una comunidad académica es colocada en el bando de los enemigos, desde el poder presidencial, es lógico que predominen la incomunicación y el rechazo en el trato con la institución’.
Tras el golpe contra la legalidad en el CIDE el 24 de enero, eso vemos: al gobierno no le importa que el conflicto se pudra en tanto no le signifique costos políticos al presidente de la República.
México vive un momento de erosión democrática. Cito a @UgoPipitone: el atraso no se supera sin democracia: reglas negociadas, organización social independiente y control colectivo de las instituciones http://ugopipitone.com/internacional/democracia-desarrollo-y-bienestar/ Y secundo al historiador Jean Meyer: en el CIDE seguiremos en la resistencia con universidades de todo el país.
Profesor asociado en el @CIDE_MX
@Carlos_Tampico