Por: Luis Pereda
La jornada electoral del domingo pasado fue intensa, con una mixtura de resultados, algunos muy esperables, otros muy sorprendentes y otros más que terminarán en tribunales. Y la verdad de Perogrullo aplica: como toda jornada electoral hay ganadores y perdedores. Va una primera reflexión:
Hubo hechos muy lamentables durante el proceso electoral, como las decenas de casillas que no se pudieron instalar debido a factores como la inseguridad (número que supera por mucho la cifra del año 2018), las decenas de asesinatos políticos, los actos de violencia en algunas casillas y, por supuesto, los delitos electorales que nadie parece atender. Sin embargo, pese a lo anterior, el saldo global sigue siendo positivo: México votó y eligió a su primera Presidenta de la República. Y eso es una buena noticia. Si la Presidenta logra inspirar a una nueva generación de niñas y adolescentes, mostrándoles que no hay ningún techo de cristal que sea irrompible, será una mejor noticia.
Si los aprendizajes de esta elección son traducidos, ahora sí, en un mejor diseño de las acciones partidistas de oposición y su reconexión con las personas, será una buena noticia. Si los resultados llevan a la creación de nuevos partidos políticos, que representen mejor los intereses y el sentir de más ciudadanía, será una mejor noticia.
La organización de las elecciones estuvo en manos de nuestro INE, el cual, pese a algunos atrasos que todavía deben de ser discutidos y analizados, entregó resultados que fueron aceptados por la mayoría de las y los contendientes. Y eso es una buena noticia. Si a partir de aquí este INE, lejos de desaparecer se fortalece a través del servicio civil de carrera y termina con su curva de aprendizaje, será una mejor noticia.
Se confirmó que no hay bastiones electorales donde el triunfo está garantizado. Quedó claro que ningún partido político o candidato es imbatible y que también las candidaturas muy conocidas pero que no conectan con sus votantes, pueden perder. Y eso es una buena noticia. Si las y los ciudadanos nos involucramos más en un ejercicio político permanente, el cual lleve a construir comunidad desde la manzana, pasando por barrios y colonias, hasta llegar a los municipios y alcaldías, será una mejor noticia.
El conteo de nuestros votos estuvo en manos de nuestros vecinos, los cuales fueron invitados a participar a través de un sorteo. Dejando a un lado sus actividades personales, miles y miles de personas que no viven de la política partidista y que no forman parte del crimen organizado, se dedicaron de manera gratuita a instalar, supervisar y resguardar miles de casillas electorales, para que tu voto contara. Y eso es una buena noticia. Si ese deber cívico deja de ser de temporada y se reproduce permanentemente en las casas, escuelas, negocios y oficinas, será una mejor noticia.
El domingo participaron en una elección federal, por primera vez en su vida, más de 3.5 millones de jóvenes, los cuales se interesaron (a su manera) en política y participaron (también a su manera) en las campañas políticas. Se mostró que hay otras formas de comunicar un mensaje político, menos acartonadas y rancias, y eso es una buena noticia. Si se multiplica esas nuevas formas de comunicar y se le dota de mejores contenidos y así se ayuda a construir vocación política, será una mejor noticia.
Por supuesto, por respeto a las decenas de personas candidatas asesinadas durante este proceso electoral, no debemos olvidar que hay una copiosa lista de asuntos pendientes, entre ellos: proteger los derechos humanos, defender la división de poderes, preservar el estado Constitucional de Derecho y ejercer la rendición de cuentas. Estar seguros de que eso no será olivado por mi generación, es una buena noticia. Impedir que los jóvenes lo olviden, será una mejor noticia.
Integrante del consejo directivo de la BMA.
