Más allá de lo que dictamine la justicia de Estados Unidos y después las Grandes Ligas, por las acusaciones de violencia doméstica en su contra, a la gerencia de los Dodgers de Los Ángeles le tiene sumamente preocupada la actual situación del pitcher mexicano Julio Urías, debido a que muchos aficionados del equipo están muy molestos con él.
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La novena ha sostenido una serie en Miami contra los Marlins y a partir de hoy visitará a los Nationals en Washington, pero en las tribunas ya se han dado protestas contra el sinaloense, al tapar su apellido en las camisolas y poner en su lugar la palabra “Violentador”, además de la frase “Las mujeres no se tocan”. La afición planea subirlas de tono a partir del lunes, cuando vuelvan a Los Ángeles y reciban a los Padres.