La noche de ayer el ex presidente de México, el priista Ernesto Zedillo, regresó al país para participar en una conferencia privada organizada por Actinver, y contrario a lo que ha sido su estilo discreto, alejado de los temas mexicanos en los últimos años, esta vez abrió fuego y dio hasta para repartir.
Cuidándose de no dar nombres, Zedillo alertó de peligros hacia la democracia, y dijo además que quienes antes eran oposición “han aprendido cómo funciona el sistema, y les gusta la democracia hasta que acceden al poder y una vez que ya han accedido, buscan erosionar la democracia. Es un problema muy serio, porque la forma de acceder vía democrática es vía el engaño, la demagogia y el populismo".
Nos hacen ver que es claro que en Palacio Nacional se pusieron el saco de las críticas de Zedillo, en especial la parte en la que “cada que algún político que no entiende algunas cosas, y quiere insultar a alguien, le dice neoliberal”.
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador no hay peor manera de descalificar a alguien que decirle que es un neoliberal.
En su conferencia mañanera de este jueves, el presidente López Obrador acusó recibo de los cañonazos, que aunque no traían su nombre, impactaron de lleno en la fachada de Palacio Nacional.
Dijo que Zedillo tiene derecho a expresarse y a defender lo que piensa, “nada más, como se sabe, pensamos distinto, para él el neoliberalismo es un modelo viable, para mí no" , añadió que las diferencias entre ambos no es como para que agarren a “piñazos”, pero de inmediato amenazó que habrá respuesta por escrito, pues anunció que en su próximo libro dirá lo que piensa de Zedillo.
grg