Nos hacen ver que fue tan evidente la instrucción de votar apegado al , que mientras los candidatos incluidos en el folleto arrasaron en las preferencias, el resto se quedó solo con las migajas.

Ni las campañas en redes, ni los mítines, ni las visitas casa por casa, le valieron a las y los aspirantes que no estuvieron incluidos en el acordeón.

De acuerdo con los números, Detrás de las cinco aspirantes a ministras incluidas en los acordeones distribuidos días antes de la jornada electoral, quedó en el camino Natalia Téllez Torres, quien logró 2 millones 301 mil votos, menos de la mitad que el cuarto lugar que le correspondió a Estela Ríos con 4 millones 614 mil apoyos y quien sí estuvo en todos los acordeones.

Otro ejemplo, fue la contienda por el Tribunal de Disciplina Judicial, pues mientras Bernardo Bátiz y Rufino León, incluidos en los acordeones, lograron 3 millones 310 mil votos y 2 millones 745 mil, respectivamente, Jorge Alfredo Clemente se quedó en un tercer lugar con apenas 913 mil votos, es decir, menos de una tercera parte.

Esta misma fórmula se repitió en toda la elección, lo que deja ver claramente que quienes no estuvieron en los acordeones, tenían posibilidades nulas de ganar un cargo.

Ahora las preguntas que faltaría responder son: ¿quién palomeó a los que estuvieron en los acordeones? ¿Quién pagó su elaboración y distribución en todo el país?

Pero, mientras se sabe de quién fue el dedazo y de dónde salió el dinero, lo que sí quedó muy claro, es que vivir fuera del acordeón, es vivir en el error.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Comentarios