Nos hacen ver que, finalmente, alguien entró en razón en la Cámara de Diputados, y al aprobar la ley que prohibirá el uso, conservación, adquisición, producción, mezclado y envasado de vapeadores excluyeron de las sanciones a los consumidores y a los poseedores de estos artículos, siempre y cuando su posesión no esté destinada a su venta.
Nos hacen ver que con esta especificación se evitó criminalizar a las personas que usan vapeadores y que cualquier autoridad utilizara esta legislación para detener o extorsionar a quienes los usen.
Nos recuerdan que, como estaba redactada la ley hacía que poseer un vapeador fuera más castigado que portar pequeñas dosis de alguna droga.
Se disipó el humo que algunos legisladores tenían en la cabeza.
