Una prueba de que los milagros existen es el caso de Emiliano González, el encargado de redes sociales del senador Gerardo Fernández Noroña, que se hizo famoso tras caer al suelo por un empujón del senador y líder priista Alejandro Moreno durante el zafarrancho del pasado 27 de agosto en la Comisión Permanente.
Minutos después de la agresión, don Emiliano apareció en la conferencia de prensa del grupo parlamentario de Morena con collarín y un brazo inmovilizado con un improvisado cabestrillo atado al cuello.
La sorpresa fue que cuatro días después, en la sesión solemne del Senado del 1 de septiembre, apareció, como si nada le hubiera pasado, cargando su cámara de video con el brazo lesionado.
El empleado de Fernández Noroña tuvo una recuperación fabulosa, al grado de viajar en avión y en carretera acompañando al senador en sus giras, tan solo unos días después del incidente.
Este fin de semana, 15 días después de su caída, se le vio sin collarín en los actos a los que asistió el expresidente del Senado en San Luis Potosí y Baja California.
No cabe duda que los milagros en el Senado sí existen.

