Los resultados de las elecciones municipales en Veracruz dejaron muy mal parados a los dirigentes de Morena y pusieron en duda la efectividad de sus aliados expanistas en esa entidad, nos comentan.
Dentro del propio oficialismo hay sectores que consideran que el retroceso que sufrió Morena se debió a varios factores, entre ellos, la división, la imposición de candidatos, la falta de liderazgos y el privilegiar intereses personales.
Nos dicen que resultó decepcionante el resultado en Boca del Río, donde se dio una muestra de las malas decisiones tomadas por Morena, que dejó sola a Bertha Ahued, y donde a la vista de los resultados, no operó como se esperaba Miguel Ángel Yunes Márquez.
Nos hacen ver que en la zona del puerto de Veracruz y Boca del Río no se sintió la mano de los Miguel Ángel Yunes (Márquez y Linares), y nos hacen señalan que días antes de la jornada electoral, ellos mismos se encargaron de publicar en redes sociales fotos desde España, lo que fue interpretado como un mensaje claro hacia sus huestes de que no estaban operando la elección.
Se preguntan si los votos que prometieron para la causa guinda se despintaron y quedaron en color naranja, ya que Movimiento Ciudadano es uno de los partidos que más crecieron en la elección del domingo pasado.
Y también se preguntan si el senador morenista Gerardo Fernández Noroña, y el coordinador de la bancada de Morena, Adán Augusto López, asumirán su responsabilidad al haber empoderado tanto a Miguel Ángel Yunes Márquez, o endosarán toda la culpa a la presidenta de Morena Luisa María Alcalde y al secretario de Organización, Andrés Manuel López Beltrán.
Llegó la hora de rendir cuentas.