Nos dicen que la presidenta Claudia Sheinbaum es acompañada a la Cumbre del G-7, donde tendrá su primer frente a frente con el presidente estadounidense Donald Trump, por figuras clave de su gabinete, cada uno con un rol bien definido y con experiencia de sobra en lidiar con los vaivenes del trumpismo. Al frente de los temas de seguridad, estará el secretario Omar García Harfuch, quien ha trabajado desde el día uno para blindar la cooperación bilateral en temas sensibles como el tráfico fentanilo y el combate al crimen organizado.
En materia económica, está Marcelo Ebrard, secretario de Economía, quien ha sido pieza fundamental en las negociaciones comerciales y en diseñar estrategias ante los amagos arancelarios del mandatario estadounidense.
El cancillerJuan Ramón de la Fuente será el encargado del tema migratorio y de cuidar las formas diplomáticas, mientras que Édgar Amador, secretario de Hacienda, lleva en la maleta los números duros sobre la economía mexicana y la interdependencia con la de los Estados Unidos.
Completan el equipo el embajador en Washington, Esteban Moctezuma y el embajador en Canadá, Carlos Joaquín, cuya presencia no es casual, dado que además de que la Cumbre del G-7 se realiza en suelo canadiense, la mandataria mexicana tendrá una reunión bilateral con el primer ministro Mike Carney.
Y en la coordinación y la estrategia internacional, Diana Alarcón, la asesora de cabecera de la Presidenta, quien opera en la sombra, pero mueve piezas clave.
Ya se verá si este equipo de la presidenta Sheinbaum logra contener los exabruptos de Trump y obtener algunos acuerdos en los temas sensibles.
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