, fueron nuestros adversarios, fue el grupo Guacamaya, esta es la explicación del presidente Andrés Manuel López Obrador a la filtración de datos personales de periodistas que tiene bajo resguardo Palacio Nacional, nos hacen ver, es el viejo truco del mandatario de convertirse en la víctima.

Es decir, nos explican, las víctimas no son los cuyos datos personales quedaron expuestos, sino que la víctima es el Presidente que, como siempre, es objeto de una conspiración perversa para afectarlo.

Nos comentan que, entre las hipótesis lanzadas sin presentar alguna prueba, el Presidente no consideró nunca que el personal de Presidencia de la República que tiene bajo su resguardo la información privada de los periodistas haya decidido por cuenta propia, o por orden de alguien, filtrarla.

Tampoco se especula, como sí se hace en el caso de quienes señala como responsables, que alguien dentro de su gobierno que todos los días escucha las descalificaciones y críticas del Presidente a los medios y periodistas, haya decidido “hacer justicia” y dar una escarmiento a los reporteros. Esa especulación, nos comentan, es tan válida como la que hace el Presidente.

Lo que sí es un hecho, es que el presidente López Obrador usa en este caso el viejo truco de culpar al adversario y convertirse en la víctima.

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