Pasan los días y en la coordinación de la bancada de Morena en el Senado de la República se mantiene un silencio sepulcral sobre el caso de Hernán Bermúdez Requena, quien fuera secretario de Seguridad Pública del exgobernador de Tabasco, Adán Augusto López, el hoy “todo poderoso” coordinador morenista en la Cámara Alta.
Contra el exjefe policiaco, prófugo de la justicia, pesa una orden de aprehensión por presuntamente pertenecer a la organización criminal “La Barredora”, lo que no es cosa menor. Sin embargo, esto no parece inmutar al senador Adán Augusto López, quien no ha condenado la conducta de su excolaborador y prefiere cerrar los ojos y la boca.
“Ya saben que yo no doy entrevistas”, dice convenientemente el coordinador de los senadores de Morena cuando los reporteros le preguntan, aunque hasta antes de este escándalo sí hacía declaraciones a la prensa. Desde noviembre del año pasado, el gobernador actual Javier May señaló a Bermúdez Requena de pertenecer a “La Barredora” y dijo que sus antecesores deberían responder por la ola de violencia en Tabasco.
Y ahora que se giró la orden de aprehensión contra el exsecretario de Seguridad Pública, el secretario de Gobierno tabasqueño, José Ramón López Obrador afirmó que se está descubriendo la “pudrición” que había en el estado. ¿Será que cuando don Adán era gobernador de Tabasco perdió el olfato y no olió la “pudrición” a la que hace referencia el señor José Ramón López Obrador?
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