En la primera mitad de 2023 han ocurrido muchas cosas en la industria automotriz en su camino hacia la electrificación. Impresiona la cada vez mayor cantidad de marcas que incursionan con nuevas propuestas de modelos de diferentes gamas: compactos, sedanes, crossovers, SUVs, etc. De acuerdo con Statista, el presupuesto global automotriz para investigación y desarrollo ha crecido en el orden de 6% anual en los últimos tres años y buena parte de este se concentra en el desarrollo de tecnologías relacionadas con la electrificación.
Llama también la atención el rol cada vez más importante que tiene China en la cadena global automotriz. Recientemente, el presidente de BYD, el mayor fabricante de autos eléctricos a nivel global, comentó en una conferencia: “es tiempo de que los fabricantes chinos cambien drásticamente el orden de la industria automotriz global y tracen el curso hacia un nuevo y vasto territorio”.
Por otro lado, si durante 2021 o 2022, la disponibilidad de los autos, y en particular de los eléctricos, había sido un problema por la falta de microcontroladores, para 2023 la situación empieza a regularizarse. De acuerdo con el sitio Cargurus.com, el inventario de autos eléctricos en los Estados Unidos se ha incrementado en 205% en 2023, respecto al año pasado. A esto podemos sumar la guerra de precios iniciada por Tesla y a la cual se sumaron varias marcas más en un intento por ganar una mayor participación de mercado.
Ante este panorama y el esfuerzo que la industria está realizando, cabe preguntarse si el comprador final está realmente respondiendo o no. A finales de julio, Autolist.com, un sitio que publica autos en venta en Estados Unidos, publicó su más reciente encuesta realizada a compradores sobre su percepción y preocupaciones sobre los coches eléctricos y que puede ser un primer indicador sobre la percepción del mercado ante los cambios que hemos estado viendo.
La buena noticia, como era de esperarse, es que hay menos preocupación por el factor precio. En 2023, 42% de los encuestados señalaron al factor precio como una barrera para la compra de un vehículo eléctrico versus 49% de 2022. Hubo también un ligero incremento en el porcentaje de compradores que indican una mayor presencia de estaciones de carga en la zona donde viven. El mismo estudio señala, sin embargo, que el porcentaje de personas dispuestas a hacerse de un coche eléctrico en un futuro cercano cayó 39% en 2023, frente a 42% de 2022. Y las razones vuelven a ser las mismas: precio, pero también infraestructura y la tan temida ansiedad de rango.
Y no es para menos. A medida que empieza a haber una mayor cantidad de autos eléctricos en circulación, la infraestructura de carga se empieza a resentir. Un estudio reciente de JD Power encontró un deterioro de entre 2% y 3% de la satisfacción de los usuarios de cargadores eléctricos en Estados Unidos, principalmente debido a la disponibilidad.
Otra investigación reciente de Recurrent, una empresa que hace análisis de baterías y rango en Estados Unidos, encontró que las recientes olas de calor en el mundo están pasando factura al rango prometido por las marcas. En concreto, Recurrent señaló que cuando el termómetro supera los 38 grados Celcius, se observó una caída de hasta 31% en los rangos indicados por los fabricantes. Otros estudios han también indicado caídas similares o mayores cuando las temperaturas son muy bajas.
Nadie puede negar las grandes ventajas de conducir un auto eléctrico, pero los estudios recientes demuestran las aún importantes barreras que existen en el mercado para poder acelerar la adopción de esta tecnología. Un amigo recientemente me comentaba que él creía que todo esto se encontraba todavía en “fase experimental” y es posible que tenga razón: aún queda mucho camino que recorrer y el mercado tendrá la última palabra.
Profesor del área de Dirección de Operaciones de IPADE Business School