En las últimas semanas, la industria automotriz ha estado en el ojo del huracán debido a los anuncios de nuevos aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos. El presidente Donald Trump ha decidido imponer un arancel de 25% a los automóviles y autopartes importados, una medida que está generado un impacto significativo en la economía global. Para vehículos producidos en México y Canadá, el gobierno norteamericano ha hecho una excepción: solo se pagarán aranceles sobre el contenido de origen no estadounidense a los vehículos importados a Estados Unidos.
México, uno de los principales exportadores de vehículos y autopartes a Estados Unidos, se enfrenta a un escenario de incertidumbre. Las exportaciones automotrices representan una parte crucial de la economía mexicana, y la imposición de estos aranceles podría tener consecuencias devastadoras.
Las plantas automotrices en estados como Coahuila, Nuevo León y Guanajuato ya están tomando medidas para ajustar su producción y evitar la acumulación de inventarios. Pero empiezan a surgir las malas noticias: Hyundai, por su parte, ha anunciado que moverá parte de la producción de su SUV Tucson a su planta de Alabama en EEUU, mientras que Stellantis anunció una pausa en su producción en su planta de Toluca durante el mes de abril.
De acuerdo con distintos medios, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha estado en constante comunicación con el equipo de Trump, buscando negociar una tasa preferencial para los productos mexicanos incluidos en el T-MEC. Sin embargo, hasta ahora, los esfuerzos no han dado frutos, y la incertidumbre persiste.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también ha intentado mediar en la situación, pero su reciente llamada con Trump no logró llegar a un acuerdo sobre los aranceles. Este fracaso en las negociaciones subraya la complejidad del problema y la dificultad de encontrar una solución que beneficie a todas las partes involucradas.
De acuerdo con Inegi, la producción de vehículos ligeros en México en el primer trimestre del año fue de 973,485 vehículos, cerca de 5% más que el mismo periodo de 2024. Sin embargo, las exportaciones cayeron 6%, un síntoma quizá del cambio en las reglas arancelarias. El mercado interno en México, por otro lado, reportó un crecimiento de 3.3% en el primer trimestre de 2025 respecto al mismo periodo del 2024. Esto podría indicar que el mercado interno podría estar absorbiendo parte del incremento en producción, pero también un aumento en el nivel de inventarios.
La industria automotriz se encuentra en un momento crítico y los siguientes meses marcarán la pauta del modelo operativo a seguir bajo la administración del presidente Trump. El propio CEO de Ford, Jim Farley señaló en una entrevista a este respecto: “Si miras los aranceles, seamos realmente honestos, a largo plazo, un arancel de 25% en la frontera entre México y Canadá abrirá un agujero en la industria estadounidense que nunca hemos visto”.
La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos ha generado una ola de incertidumbre que afecta tanto a México como a las compañías automotrices estadounidenses. Es esencial que los líderes de ambos países continúen trabajando juntos para encontrar una solución viable que permita mantener la estabilidad económica y proteger los intereses de la industria automotriz.
*Profesor de Dirección de Operaciones de IPADE Business School.