Los Dallas Cowboys parecen agudizar sus problemas crónicos, la decisión del nuevo entrenador en jefe Mike McCarthy , provocó recordar las malas decisiones de Jason Garrett que dejó al equipo por no destacar en los momentos clave, tal y como sufrió el equipo de la estrella solitaria en Los Angeles.
Los cuestionamientos por un contrato lucrativo para su quarterback Dak Prescott y ganar los juegos importantes es lo que demuestra el porqué no renovaron por varios años al egresado de Mississippi State.
Dallas
apenas tiene un triunfo en ocho partidos desde la temporada pasada que se han definido por una posesión anotadora, teniendo el segundo peor récord de la NFL, detrás de Cincinnati que no ha ganado en nueve enfrentamientos.
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Apenas en 2018, el mismo Dak Prescott y los Vaqueros tuvieron una marca de 9-3 ante tal situación, pero parece que hoy el equipo aún no está listo para darle la vuelta a los problemas que obligaron la salida de Garrett.
Los Cowboys
no sólo perdieron el juego contra los Rams, sino que Leighton Vander Esch sufrió una fractura de clavícula y también perdieron a su ala cerrada Blake Jarwin por una lesión en la rodilla.
Los números para Dallas indican cómo en la segunda mitad, cuando los juegos se definen, se vino abajo la efectiva de Prescott de un rating de 128 puntos contra 57, eso no debe sucederle a un quarterback estelar de la NFL más allá del resultado.
Una clave de cómo Jared Goff quien fue reclutado en el 2016 al igual que Prescott, tiene un contrato sólido y que logró en terceras oportunidades definir el juego en una mejor actuación.
Al final los contratos se ganan en el campo y no en las negociaciones en la mesa, Dallas volverá con buenos resultados, pero esas son las dudas que puede generar un equipo que ha estado acostumbrado a sufrir año tras año.
Apenas es el inicio de la temporada y se enfatiza cuando equipos de los que se espera que sean protagonistas en la Conferencia Nacional cayeron en la semana inaugural.
Dallas
, San Francisco, Philadelphia y hasta Tampa Bay que se les considera protagonistas para la temporada, arrancarán por el camino largo y se verán obligados para ganar la próxima semana.
Sólo el 24.9% de los equipos que pierden en la semana inaugural suelen llegar a playoffs desde 1990, y la situación se torna más crítica cuando se liga una segunda derrota para que sólo el 12% avance en la postemporada.
Así que el llamado no es urgente, pero es una tendencia de lo que podemos ver en un domingo cualquiera de la NFL .