Muchos están celebrando hoy, desde el legendario triunfo de Checo Pérez en Bahrein, la épica remontada de los Pumas y ahora se va el último invicto de la NFL.
Los Dolphins de 1972 pueden festejar que seguirán siendo el único campeón invicto en llevarse un Super Bowl y muchos aprovechando el tren de la derrota de Pittsburgh 23 - 17 a manos de Washington.
Ha sido recurrente que el récord de los Steelers era un espejismo por la clase de rivales que había enfrentado, los mismos con récord ganador que Kansas City o los Dolphins que están en un gran momento.
El calendario es parte del éxito o fracaso de un equipo y que le quita una presión a los Steelers que siempre estará latente cuando estás con la racha pensando cuándo llegará la derrota.
Una sorpresa como la que se llevaron los Seahawks ante un rival flojo del Este de la Nacional como le sucedió a los Acereros, en la NFL todo puede pasar en un lunes por la tarde cualquiera.
Para el equipo de Mike Tomlin el enfoque es claro, terminar como el primer sembrado y descansar en la temporada una semana que no tuvieron en temporada regular, que enfrentan tres partidos en 12 días y que las lesiones empiezan a diezmar a la defensiva.
Ante Washington perdieron al linebacker Robert Spillane y al esquinero Joe Haden, que fueron clave en el partido, más allá del gran regreso de Alex Smith que perdía por 14 puntos y propinaron la segunda derrota en casa en Heinz Field con dicha ventaja de la primera mitad.
Los Steelers
se vieron faltos de agresividad ante una excelente defensiva y que sabía cómo limitar el juego aéreo, aunado a los errores de los receptores que siguen tirando muchos pases.
Mucha gente duda de este equipo para seguir sembrado como el mejor de la Conferencia Americana , incluso los aficionados de los Steelers, que están lejos del potencial que aún puede tener esta defensa.
Los boletos para la fiesta en los playoffs apenas se están repartiendo, eventualmente llegará el propio para Pittsburgh que sin importar dónde sea su primer compromiso, estarán listos aprendiendo de los momentos difíciles y de la falta de respirar durante la campaña.
La defensiva aún tiene espacio para ser más efectiva y la ofensa podrá tomar ritmo conforme muestren cosas que el coordinador ofensivo Randy Fitchner aún no presenta.
Pittsburgh
tendrá que viajar a Buffalo, donde inicia su camino a los playoffs, si quieren llegar como el mejor sembrado tendrán una cita ideal para ganar a domicilio ante un rival de playoffs que se enfila a llevarse su división, de cualquier manera los últimos dos campeones en la NFL, perdieron juegos consecutivos en el pasado.
Todavía queda mucho que ver en la temporada.