Arranca un sexenio más y no está por demás preguntarse si efectivamente el gobierno cumplió con la promesa de bajar la desigualdad económica. La respuesta es sí, pero de manera lenta, marginal, diferenciada por hogares y poco significativa.
Medido a través del coeficiente de Gini y sin tomar en cuenta ingresos por transferencias (significa que los hogares no recibieron entradas regulares o frecuentes, recibidas en dinero o a la entrega de depósitos transferibles, provenientes de instituciones, empresas u otros hogares, sin proporcionar a cambio contrapartida alguna), los resultados presentados por el Inegi el 23 de julio de 2023 de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto de los Hogares 2022, en 2018 fue 0.475, en 2020 de 0.468 y en 2022 de 0.460, y considerando las transferencias de 0.426, 0.415 y 0.402 en el mismo periodo.
Recordemos que el coeficiente de Gini es una medida de concentración del ingreso que toma valores entre cero y uno. Cuando el valor se acerca a uno, indica que hay mayor concentración del ingreso; en cambio, cuando el valor del Gini se acerca a cero, la concentración del ingreso es menor. Por lo que, basado en los resultados mencionados anteriormente, éste ha venido a la baja con y sin transferencias. De hecho, la diferencia sin transferencias es de 0.015 y con transferencias es de 0.024. Una diferencia mínima entre ambas de apenas 0.009. A pesar de esto, se puede apreciar un resultado positivo ¿De dónde proviene este efecto?
Cabe señalar que los ingresos por transferencias ocupan el segundo lugar (el primero lo ocupa el ingreso del trabajo) como una de las principales fuentes de ingresos corrientes tanto en zonas urbanas como rurales en los hogares. Las jubilaciones y pensiones ocuparon el primer lugar en las transferencias (de hecho, aumentaron de 2020 a 2022) seguidas de transferencias en especies de otros hogares (que cayeron de 2018 a 2022). En tercer lugar, aparecen los beneficios provenientes de apoyos gubernamentales que fueron los que más aumentaron en este periodo.
Para apreciar mejor esta situación se observa que al comparar la evolución del ingreso corriente promedio trimestral por deciles de hogares que el primer decil (el más bajo) a nivel nacional en 2018 fue de 11 mil 183 pesos, en 2020 de 11 mil 333 pesos y en 2022 de 13 mil 411 pesos. Por su parte, el decil más alto en 2018 fue de 205 mil 106 pesos, en 2020 de 186 mil 198 pesos y en 2022 de 200 mil 696 pesos. Hay una leve mejoría en el decil 1 y una caída en el decil más alto. Sin embargo, recordemos que a medida que aumenta el ingreso por hogares se presenta una subdeclaración de los ingresos más altos.
Cabe mencionar que en un artículo publicado el 24 de agosto del año pasado por México ¿Cómo vamos?, se señala que los ingresos del déficit de la población en 2020 acumulaban 36.3%; sin embargo, si estos ingresos se ajustan a Cuentas Nacionales, acumularon 53.6%, de manera que aumentaron en vez de disminuir.
Académico de Carrera de la Escuela de Negocios de la Universidad del Valle de México (UVM)