Huele mal, muy mal. Alguien destapó el basurero de la historia, y han comenzado a salir acusaciones en contra del mejor presidente que ha tenido México, incluyendo a Benito Juárez. Pero, quién podría creer las patrañas que se dicen del moderno benemérito, Andrés Manuel López Obrador, desde luego, nadie.
Vayamos por partes: primero, el expresidente y cachorro del neoliberalismo, Ernesto Zedillo abre la boca después de un cuarto de siglo y acusa a AMLO de autoritario y de poner a la democracia mexicana en la ruta de la desaparición, con la promulgación de su reforma al Poder Judicial. El señalamiento, de un cabecita de algodón neoliberal, a un cabecita de algodón humanista, no solo llega tarde, sino que no hay argumento que lo soporte.
Cómo se atreve Zedillo a decir que la reforma al Poder Judicial de AMLO “enterrará la democracia” y sentará las bases para que México se convierta en una tiranía, justo cuando nuestra nación vive un momento estelar de su historia con el triunfo de la Cuarta Transformación, que, en solo seis años nos ha colocado como una democrática potencia mundial en varios rubros.
Ya hubiese querido Zedillo hacer, una mínima parte de que lo que ha hecho AMLO. México sería hoy otro si el priista hubiera acabado con la corrupción como lo hizo en su sexenio el morenista. Qué habría dado Zedillo por haber llevado el sistema de salud mexicano a ser superior que el de Dinamarca, uno de los tres mejores sistemas sanitarios del mundo.
¿Acaso don Ernesto construyó un tren rápido y ecológico como el Tren Maya? o ¿por casualidad, hizo un aeropuerto internacional de clase mundial como el AIFA?
El expresidente Zedillo presume que en su gobierno se creó una Poder Judicial independiente y el Instituto Federal Electoral (hoy INE) se volvió un órgano constitucional autónomo, pero la verdad es que si eso fuera cierto AMLO no se hubiese visto en la necesidad de meterle mano a ambas instituciones, que, pronto demostrarán que es mejor que estén controladas por el presidente de la República, pues hoy, con sus fallos y resoluciones impiden el avance de la trasformación. Y desde luego que hay que tener confianza en que el presidente AMLO no se atrevería jamás a irrespetar la independencia de ningún poder, y para garantizarla, puso el Poder Judicial en manos del pueblo, que nunca se equivoca y es mucha pieza. Ahora, seremos usted y yo quienes elijamos a nuestros jueces, si eso no es democracia, entonces que el sabio Zedillo nos explique que sí lo es.
Además que va a saber Zedillo de política si no fue capaz de que su gallo, Francisco Labastida Ochoa, ganara la elección del año 2000. Él tuvo que entregarle la banda presidencia al opositor panista Vicente Fox. En contraste, AMLO no solo fue capaz de que su partido, ganara durante su presidencia la mayoría de las gubernaturas, sino que su candidata será en uno días la primera mujer presidenta en la historia de México, y, además, hoy en día (con una ayudita de los Yunes) la mayoría en ambas cámaras del Poder Legislativo. Zedillo apenas pudo construir, y medio chueco, un primer piso, cuando AMLO ya va por el segundo. Así que no le quieran venir a vender pejelagartos a un tabasqueño.
Y también de ese basurero de la historia, salió otro personaje, un “emisario del pasado” -como les llamada el expresidente priista Luis Echeverría Álvarez a quienes el consideraba que buscaban perjudicar su gobierno-. Se trata de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio del presidente Felipe Calderón, quien hoy se encuentra preso en Estados esperando recibir una condena luego de que un jurado lo encontró culpable de tener vínculos con el narcotráfico.
García Luna acusó, mediante una carta, que el presidente López Obrador tiene vínculos con capos de la droga y sus familias, y que hay pruebas en poder de los gobiernos de Estados Unidos y México que documentan esas presuntas relaciones.
Ahora resulta que tener la atención de saludar a la hoy desaparecida señora madre de Joaquín “El Chapo Guzmán”, o haber dejado un una ocasión en libertad a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, son muestras de que Presidente les da facilidades a narcotraficantes y sus familias.
Que comparación de la política de Calderón, de la que García Luna fue parte clave, y que dejó el país bañado de sangre. Y claro que hoy matazones en gran parte del país, pero eso es culpa, en primer lugar, de los medios de comunicación amarillistas; en segundo, del gobierno de Estados Unidos que sin aviso previo sacó del país al Mayo Zambada y al “El Chapito” Joaquín Guzmán López, lo que desató una guerra entre cárteles que no parará hasta que se cansen de pelear entre ellos.
No señor García Luna, AMLO no tiene pacto con los carteles, su política para acabarlos es muy responsable y humana. La estrategia de “Abrazos, no balazos” no sol marcará tendencia mundial en materia del combate a las mafias, también podría ser postulada para el Premio Nobel de la Paz. Los datos duros indican que en este sexenio se rompió el récord de homicidios dolosos, hubo más que con Calderón y que con Peña Nieto. Pero, así como Roma no se construyó en un día, México no se pacificó en un sexenio, pero, para suerte de los mexicanos, viene el segundo piso de la Cuarta Trasformación, y entonces sí, la paz comenzará a llegar, eso sí, siempre y cuando los carteles dejen sus violentas peleas y se dediquen a sus negocios sin andar tirando balazos por todo el país.
Afortunadamente, ustedes querido lectores, que son pueblo, no son tontos y no se dejan engañar por el nado sincronizado de estos bichos, que, de cuándo en cuando que salen del basurero de la historia, ustedes tienen muy claro que México tuvo la bendición de tener al mejor presidente en el peor momento, y estoy seguro que piensan, y seguirán pensando por siempre, que ¡es un honor estar con Obrador!
ME CANSO GANSO. - La historia continúa con el “Cachorro de la 4T”
Y para tranquilidad de todos, ya está en marcha la construcción del tercer piso de la Cuarta Transformación. El domingo se pondrá la primera piedra, pues el “Cachorro de la Cuarta Transformación”, Andy, comenzará a tomar los hilos de Morena. Las buenas nuevas no dejan de llegar a México, dos Andrés Manuel López en solo 12 años, una bendición que los mexicanos merecemos y que sin duda caerá sobre nosotros en 2030.