Perdón vida de mi vida/ perdón si es que te he faltado/ perdón Noroñita amado. Permita usted que este Arlequín melómano tome algunas líneas del gran bolero compuesto por el puertorriqueño Pedro Flores como pretexto para hablar de la generosidad y magnanimidad del presidente del Senado de la República, el excelentísimo don Gerardo Fernández de Noroña. Amigo de los pobres, y enamorado de los lujos, el senador de Morena se encontraba, sin molestar a nadie, en una humilde sala VIP de American Express mientras esperaba abordar un avión y ocupar su modesto asiento de primera clase, cuando, de la nada, un energúmeno comenzó a insultarlo y le arrebató su teléfono celular.
Por fortuna, alguien calmó al agresor y de inmediato le devolvieron su teléfono al representante del pueblo. Días más tarde, el Senador interpuso una denuncia penal contra su agresor, y luego de meses de dimes y diretes la víctima, es decir el indefenso morenista, y el abusivo victimario, acordaron que el agresor le ofrecería una disculpa pública al legislador y tutti contenti.
Esta semana llegó el día, y con la cabeza baja el torvo vándalo se presentó en la oficina del generoso señor presidente del Senado de la República, y ahí frente a las cámaras y micrófonos del órgano legislativo y en una trasmisión en vivo, ofreció una disculpa a don Gerardo, quien estaba sentado a su lado, y luego de escuchar las palabras de su ofensor dijo, con la humildad que caracteriza a los grandes: “la aceptó”. Desde luego, todos los desquehacerados críticos del senador del pueblo, criticaron el que haya “obligado” a su ofensor a que le ofreciera una disculpa y que esta fuera presentada en las oficinas de la presidencia del Senado y trasmitida por las redes oficiales. Que equivocados están. ¿Hubiesen preferido que el violento hombre fuera encarcelado? Vaya manera de confundir las cosas, mire que considerar que Noroña humilló a su agresor, cuando en realidad le dio una muestra de grandeza y de bondad, al haber aceptado las disculpas por su incalificable falta, es un insulto, y quien así lo crea, debería de ofrecer una disculpa pública al senador.
Lo sucedido, lejos de ser un acto de soberbia prepotencia, como consideran algunos neoliberales, es en realidad una muestra de que Fernández de Noroña es un digno aspirante a ser el próximo presidente de la República, aspiración declarada por él, y por la que está trabajando abiertamente. El senador tiene todas las credenciales para ser el próximo presidente de México y líder del tercer piso de la Cuarta Transformación. Incluso, él sí logrará lo que ni el padre fundador del movimiento, el compañero presidente AMLO, logró. Sí, sin duda, el presidente Noroña logrará que los reyes de España vengan a México y al pie del Calendario Azteca pidan de rodillas perdón por la masacre de hace 500 años durante la conquista. Desde luego, el mandatario mexicano, con la Banda Presidencial cruzando su pecho sobre su blanca guayabera, les pedirá a los monarcas que se pongan de pie, y en nombre suyo y de todos los pueblos originarios, les otorgará el más amplio perdón.
Y eso solo sería el principio, pues también logrará que el próximo presidente, o presidenta, de los Estados Unidos venga a México, y en el alcázar del Castillo de Chapultepec pida perdón por la intervención de 1846-1848. Y, como muestra de arrepentimiento, devuelva a México los territorios íntegros de California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada, Utah, y algunas partes de Colorado y Wyoming. El 2030, no lo dude, llegará el tercer piso de la 4T y será también el año de que todos nuestros ofensores pidan perdón al presidente Fernández Noroña. Perdón/ que es todo lo que ansía/ todo lo que ansía/ mi pobre corazón.
ME CANSO GANSO
Sección de buenas noticias patrocinada por el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma. – ¡Buenas noticias! El gobierno de Estados Unidos prohibió el ingreso de carne de res procedente de México, pero lo bueno es que no prohibió la de puerco ni la de pollo. ¡Buenas noticias! Estados Unidos vino por Ismael “El Mayo” Zambada”, no avisó al gobierno mexicano, perpetró un secuestro trasfronterizo, pero lo bueno, es que le ahorró al gobierno mexicano el riesgo de haberlo detenido y llevado a un muy largo, proceso de extradición. Somos felices y no nos habíamos dado cuenta. Gracias, señor embajador por ayudarnos a dar cuenta de la suerte que tenemos.