Estos días patrios han servido para demostrarle a mundo que México está de lado correcto de la historia, apoyando el socialismo, o como ahora se le llama el humanismo mexicano.
Y, para no dejar nada a la interpretación, estas fechas tan señaladas se aprovechan para demostrar que aquí, el gobierno de la Cuarta Transformación está con las grandes democracias, como la rusa, la cubana, la nicaragüense y la venezolana, y alejado del imperialismo yanqui.
Ya en 2021 se envió un mensaje claro cuando el 16 de septiembre, en el Zócalo, y durante tradicional desfile militar, el discurso corrió a cargo del presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel. Quién con mayor autoridad que el compañero Díaz Canel para hablar, en el Zócalo de la capital de México el día en que los mexicanos celebramos nuestra independencia, de democracia y justicia, cuando el pueblo cubano vive en el paraíso de la democracia, la igualdad y la prosperidad, y donde el bienestar de sus ciudadanos es la prioridad del régimen. Cuba, donde en verdad sí es válido el lema de “primero los pobres”.
Ahora, en este 2023, el mensaje fue aún más claro: se invitó a los camaradas rusos, a su Ejército, a participar en el desfile, que además de celebrar la Independencia de México, sirvió para festejar los 200 años del Heroico Colegio Militar. Y que mejor manera de tirar la casa por la ventana y honor a nuestras fuerzas armadas que estar al lado de un ejército que este momento está dando heroicas batallas contra Ucrania, una gran potencia militar. Soldados del 154º Regimiento Preobrazhenskiy, creado en 1691, bajo el reinado del Pedro el Grande engalanaron la parada militar. Es falso que los tovarish rusos estén invadiendo a los ventajosos ucranianos, ellos solo quieren que esa nación sea tan democrática como lo es Rusia, y por lo tanto hay que mostrar el apoyo de la 4T a tan noble lucha al régimen de Vladimir Putin, Vladimir El Grande.
Y qué decir del honor de que por las calles de la Ciudad de México marchen las fuerzas armadas que comanda el demócrata sandinista Daniel Ortega. Como pocos países, México le da dado un gran trato al presidente Ortega, a diferencia de otros gobiernos de izquierda, como el de Chile que irreverentemente le llama “dictador” al prócer nica.
"Me siento en el deber (...) de denunciar ante esta asamblea y el mundo, la persecución que hoy día vive todo quien piensa distinto del gobierno del régimen dictatorial del señor Ortega y Murillo (Rosario Murillo, primera dama y “copresidenta”) en Nicaragua", dijo esta semana el presidente de Chile, Gabriel Boric, durante su participación en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Pero a diferencia de Boric, un jovenzuelo de 37 años, para el presidente López Obrador, un joven que en noviembre cumplirá 70, Ortega es un patriota al que hay que mostrarle respeto, y admirar a sus leales fuerzas armadas. Ojalá que AMLO piense en Ortega para que el próximo 5 de febrero, durante el acto de conmemoración del 107 Aniversario de la Promulgación de la Constitución, lo invite como orador principal. ¿Se le ocurre usted a alguien mejor para hablar del respeto a la Constitución? Solo basta recordar que, en 2014, Ortega, apoyado por sus legisladores sandinistas, reformó a la Constitución para garantizarle la reelección indefinida. El exguerrillero ha asumido la presidencia de Nicaragua en cinco ocasiones consecutivas. Y como el presidente AMLO acostumbra a decir que “el pueblo pone, y el pueblo quita”, es claro que el pueblo no ha querido quitar a Ortega, y por algo será, quizá porque ya no es tan sencillo encontrar a otros demócratas como él.
Y ya metidos en demócratas, es imposible no hablar de Nicolás Maduro, el presidente de la hermana República Bolivariana de Venezuela. Maduro, un amante de la ecología, que suele hablar con las aves, y que gobierna su país con el apoyo del espíritu del comandante Hugo Chávez (otro gran hombre que se nos fue prematuramente y solo pudo gobernar su país durante 14 años consecutivos) es el claro ejemplo del líder con gran futuro. Lo tiene todo, solo ha gobernado 10 años de manera consecutiva y es un chamaco de 61 primaveras. Así que, primero Dios, Venezuela tiene presidente para muchos años. Desde luego, que, en 2024, habrá elecciones presidenciales, no vaya a pensar usted que se trata de un régimen dictatorial, pero si el pueblo es justo, y siempre lo es, seguramente reelegirá a Nico para que siga brindándoles a los venezolanos los niveles de vida de los que hoy gozan. Así que es un timbre de orgullo, como diría un clásico de clásicos, que las fuerzas armadas, leales a su comandante en jefe, Nicolas Maduro, desfilen con gallardía en el día nacional de México.
Y mientras que para rusos, cubanos, venezolanos y nicaragüenses les era entregado el honor de marchar por las calles de la Ciudad de México, para los capitalistas yanquis lo único que se les entregó en estos días patrios fue a Ovidio Guzmán. Qué compara usted la entrega de un “misero ratón”, con la deferencia dada a los gobiernos hermanos de las naciones socialistas.
Vladi, Micky, Dani y Nico pueden decir con gran orgullo: Es un honor marchar con Obrador.
ME CANSO GANSO. – Se lo dije.
No lo tome, por favor, como un acto de vanidad, pero este Arlequín se lo dijo, y se lo cumplió. La semana pasada se dijo aquí que Marcelo Ebrard sería presidente. Y el sesudo análisis fue correcto. Esta semana Ebrard dijo crearía su propio movimiento político, que se llamará “El Camino de México”. Así que pésele a quién le pese, Marcelo será presidente, con todo y bastón de mando, será presidente de “El Camino de México”. Están ustedes, queridas lectoras, queridos lectores, servidos. ¿Cómo les quedó el ojito?