“Pudrición”, no hay una mejor manera de describir lo que pasa en el paraíso llamado Tabasco, pero, de ahí a que ese grado de descomposición que vive el edén sea culpa de Adán, hay un mundo de distancia.
Cuando el encargado de la seguridad pública del estado es además líder del principal grupo criminal de la entidad, no hay duda de que algo está totalmente podrido. Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de seguridad de Tabasco es ahora buscado en México y en todo el mundo luego de que un juez libró una orden de aprehensión por sus por presuntos vínculos con el crimen organizado.

Hay que recordar que el prófugo Hernán fue designado en 2019 como responsable de la seguridad de los tabasqueños por el entonces gobernador morensita Adán Augusto López, y que hace unos meses fue señalado por el actual gobernador, Javier May, también de Morena, como el líder de una organización criminal que ha mantenido azolado el estado , conocida como “La barredora”, una aliada del Cártel de Sinaloa. En 2021 Adán Augusto fue llamado por el presidente López Obrador para integrase al gabinete como secretario de Gobernación y en su lugar quedó como gobernador interino de Tabasco, Carlos Manuel Merino Campos, también orgulloso militante de Morena, y actual director de general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares. Merino mantuvo en el cargo a Hernán Bermúdez, quien, desde luego, es de filiación morenista.

Hoy sabemos que, Bermúdez trabajo por años con dos cachuchas: la de jefe de la policía de Tabasco y la de jefe de “La barredora”. Pero, de eso que culpa tiene el buen Adán Augusto, él solo lo encumbró, él no le dio nada, solo lo puso donde hay y Bermúdez abusó del poder.El primer elemento en descargo de Adán, es que es hermano de expresidente López Obrador, desde luego no hermano de sangre, pero sí hermano de vida y de carrera política. Varias veces en discursos públicos AMLO dijo que Adán era su hermano, y seguramente, si hoy se le pudiera preguntar el expresidente, seguiría considerándolo un hermano.Por ello, es imposible que un hermano del fundador del movimiento de regeneración nacional, ese prócer que regresó la honestidad valiente a la vida pública de México, esté relacionado con un criminal como Hernán.

Es cierto que algunos de los hermanos del expresidente han sido captados recibiendo cantidades de dinero en efectivo, pero una cosa es recibir sobres amarillos repletos de billetes para financiar el movimiento de transformación, y otra muy diferente, que el hermano Adán tenga algo que ver con los cárteles de las drogas, o que haya sabido o tolerado que su secretario de seguridad se relacionara con la mafia.Y sí, su hermano, el expresidente López Obrador, liberó a Ovidio Guzmán y saludó en Badiraguato a la madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y abuelita de Ovidio, pero eso no quiere decir que el gobierno del que formó parte Adán como secretario de Gobernación tuviera complicidad, o siquiera simpatía, con el cártel de Sinaloa. En el primer caso, AMLO ordenó liberar al joven narcotraficante hijo del capo para evitar que se desatara una matazón en Culiacán. Y en el caso de la mamá de capo, el entonces presidente solo quiso ser cortés y considerado con una persona de edad avanzada. "Te saludo, no te bajes. Ya recibí tu carta", le dijo el presidente a doña María Consuelo Loera, cuando se acercó a la camioneta en la que se encontraba ella.

“Un adulto mayor merece todo mi respeto, independientemente de quien sea su hijo", dijo López Obrador cuando lo criticaron por el saludo a la madre de “El Chapo”. Caballerosidad, no complicidad.Ahora fue otro hermano de AMLO, este sí de sangre, José Ramiro López Obrador, actual secretario de Gobierno de Tabasco quien dijo que la orden de aprehensión girada contra Hernán Bermúdez es una muestra de la “pudrición” en Tabasco. “Ahí está saliendo todo, toda la pudrición. (Llegaremos) hasta donde tenga que llegar. A tope. El compromiso de Javier May es con todos los ciudadanos. No es con los delincuentes ni con la mafia”, dijo José Ramiro, quien seguramente, nunca tuvo en su cabeza el nombre de su hermano Adán Augusto.Las fuerzas conservadoras, fifís y neoliberales se han volcado en una campaña para decir que el caso del hermano Adán y Hernán Bermúdez Requena es igual que de Felipe Calderón con Genaro García Luna, pero, en que cabeza podría caber esa absurda comparación, sería tanto como aceptar que el expresidente López Obrador no se dio cuenta que nombró como secretario de Gobernación al protector de un criminal, y eso, es simplemente imposible.Hoy Tabasco tiene otro jefe policiaco, otro gobernador y graves problemas de violencia, además de que se está convirtiendo en un edén del huachicol, pues en lo que va de 2025 se han asegurado más de 16.8 millones de litros de combustibles robados a Pemex. ¿También de eso van a culpar al hermano Adán?
ME CANSO GANSO. -Lo que en el pobre es borrachera, en el rico…: Lo que con Calderón era complicidad, con Adán es descuido.