Ni de cerca el conservadurismo en México está domado, como sí lo está la pandemia . Los conservadores, no solo no están domados, sino que amenazan con impedir la consumación de la Cuarta Transformación. Así de claro, así de sencillo.
Ahora que usted ya está consciente de esta amenaza, no se atreverá a criticar al presidente Andrés Manuel López Obrador por el hecho de que, con un año de anticipación, haya iniciado la campaña para retener su mayoría en la Cámara de Diputados y ganar las 15 gubernaturas que estarán en juego en 2021.
No creerá usted que luego de su gran victoria del 2018 al Presidente le gustaría estar todo el día sentado en la Silla del Águila o caminando por los austeros salones de Palacio Nacional, con todas las luces encendidas desde la mañana, platicando todo el día con su videobiógrafo, planeando revoluciones y esquivando imaginarios golpes de Estado. Pero eso, queridos lectores, no es posible, pues la amenaza conservadora está ahí, al acecho como una boa esperando el descuido de su presa.
Es por eso que el Presidente, aún a costa de su salud y desafiando la pandemia, tiene que salir por todo el país, una vez más, para hacer campaña y lograr que su noble y gallarda empresa revolucionaria se complete.
Los libros de historia no pueden hablar de una Tercera Transformación y Media, de una 3.5T, sino de la Cuarta Transformación (4T) o de la Revolución de los Abrazos, por aquello de que no hay balazos.
Así que en lugar de estar de criticón, lo que usted debe hacer es seguir las instrucciones presidenciales y definirse. Debe de pintar su raya y elegir de qué lado se queda, mostrar sus cartas y dejar en claro si usted es liberal o conservador, bueno o malo, fifí o pueblo bueno, pobre y honrado o rico y corrupto.
¿O usted qué pensaba? ¿Que las transformaciones se hacían de un solo jalón? Pues no, no podría estar usted más equivocado pues recuerde que “Zapata vive y la lucha sigue y sigue”. Y esta lucha, para acabar con el neoliberalismo y los conservadores que oprimen al pueblo, solo la puede encabezar el propio Presidente.
Si usted quiere que las cosas salgan bien, hágalas usted mismo. Ni modo que el Presidente López Obrador le confíe algo tan delicado como la continuidad de su Cuarta Transformación a su partido, cuando en Morena, el actual líder interino anda correteando a su antecesora con acusaciones de malos manejos de los dineros y las propiedades del partidazo.
Esto de las transformaciones son cosas delicadas que no pueden estar sujetas a la pelea por el poder dentro del partido en el gobierno. Esto demanda de la mano directa del mero mero transformador, de aquél que ya está más allá del bien y del mal, de aquél que ya no se pertenece, sino que pertenece al pueblo, de aquel que es capaz de crear los 10 mandamientos universales para domar a la pandemia que asola al mundo. ¡Del mero machuchón!, para acabar pronto.
Dese cuenta que este trabajo requiere, necesariamente, de la intervención del creador de la 4T, así que por favor no esté dando lata con la cantaleta de que el Presidente está en campaña y que eso no está bien. ¡Claro que el Presidente está en campaña! y ¡claro que está bien!, pues al conservadurismo no se le puede dar confianza, porque cuando se piensa que ya está domado, cuando uno cree que ya está aplanada la curva del neoliberalismo y que ya podemos ser libres y felices, ¡zas! viene el rebrote.
Y si usted es de los cerrados que dice que el Presidente debe dedicarse a gobernar y no a hacer campaña, no se preocupe, pues mientras él anda en campaña el país está en buenas manos.
En la parte sanitaria el doctor Hugo López-Gatell trae bien domadita y a raya a la pandemia de Covid-19. En el frente del combate a la inseguridad y domando la violencia está, con silla, chistera y látigo en mano, Alfonso Durazo . Domando a la bestia de la corrupción está la implacable Irma Eréndira Sandoval , a la que no se le va ni un solo corrupto dentro de gobierno, y si hasta ahora no han cesado a ningún alto funcionario es porque todos ellos, y sus familiares, son muy bien portados e incapaces de obtener contratos o ventajas.
En el importantísimo tema energético está la brillante Rocío Nahle, quien es tan buena en su sector que todos los miembros de la OPEP la aplauden cuando los ilumina con su sabiduría y que, mientras trabaja para domar la crisis en la que está sumida Pemex, en sus tiempos libres conduce la construcción de una refinería… una verdadera joya.
¡Y qué decir de las finanzas nacionales!, esas están requetebién bajo las manos del domador-doctor Arturo Herrera, aunque todos sabemos que aunque no es un gran experto en el tema, la gran mente maestra en este rubro es el propio Presidente, él es capaz de en una sentada hacer un Plan Nacional de Desarrollo, y aunque él es el iluminado, siempre es necesario que haya un eficiente colaborador que opere los detalles técnicos menores y ese es Herrera, quien labora discretamente y a la sombra, lo mismo en un despacho de Insurgentes Sur que en la majestuosa oficina de Palacio Nacional. Claro, de cuando en cuando el Presidente lo tiene que corregir en público, pero es buen muchacho, muy listo y siempre con sus austeros y relucientes zapatos.
En la administración de los conflictos internos y encargada de que haya una buena coordinación con los gobernados… y que traiga a todos ellos, así a como a las fuerzas en el Congreso bien domaditos, está doña Olga Sánchez Cordero, sin duda la funcionaria más influyente y poderosa del gabinete. Y aunque, al parecer, a muchos en el gobierno federal no les ha llegado el memorándum en el que se explican y detallan los superpoderes de la secretaría… que ahora lo reciban todos, el país tendrá una vicepresidenta.
Y nos podríamos estar aquí por horas hablando de todas y cada una de las mujeres y los hombres que están haciendo esta transformación, esta revolución, pero de eso ya se encargarán los libros de historia que en algunos años narrarán la manera en cómo un grupo de valientes, encabezados por un presidente que vino desde abajo, acabó con la tiranía de neoliberalismo y venció a los conservadores. Pero para que esa historia se pueda escribir con ese final, es necesario que el Presidente haga campaña de aquí al 2024. Piénselo antes de criticar.
ME CANSO GANSO.- MALA MEMORIA
No se preocupe doña Mónica Macisse. Es cierto que el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien la nombró como presidenta del Consejo para Prevenir la Discriminación, la desconoció feamente, pero no es nada personal, no la está discriminando. Lo que pasa es que el mandatario anda muy ocupado haciendo una revolución, transformando por cuarta ocasión al país y no se acuerda de a quien nombra en tantos organismos que el gobierno tiene.
Y para que vea que la bronca no es contra usted, y que no es que esté enojado porque invitó a un foro a uno de sus críticos, tome nota de lo siguiente: Después de haberle hecho épico documental de tres partes, que aún sin competir sin duda ya tiene asegurado un premio en el festival de Cannes, el Presidente desconoció a su fiel escudero, videobiógrafo y compañero revolucionario: Epigmenio Ibarra, a quien confundió en una conferencia de prensa con el escritor y también miembro de la 4T, Paco Ignacio Taibo II. ¿Y a poco don Epigmenio anda pensando en renunciar porque el Presidente no recordó su nombre? Nada personal doña Mónica.