Serenidad y paciencia, queridos y queridas compatriotas. Donald Trump acabará por echarse para atrás y no impondrá jamás aranceles a los productos mexicanos que se exportan a los Estados Unidos.

El domingo, el presidente de los Estados Unidos sentirá lo que es haberse metido con el pueblo equivocado. El pueblo, con una ligera ayuda de Morena, saldrá a ponerle las peras a 25 al gandalla mandatario estadounidense y luego solo será cosa de seguir la doctrina Kalimán y esperar serena y pacientemente a que Donald Trump se dé cuenta de que, además de haberse dado un balazo en el pie, se echó encima a todos los miembros de la Cuarta Transformación, que no son bichos menores o inofensivos. Tendrá que enfrentar a los nuevos niños héroes: Ibarra, Ramírez, Fisgón, Miguel, que sí saben lo que es defender rabiosamente la soberanía nacional y los postulados del poder popular.

Cuando, muy echado para adelante, Trump dijo que castigará a México con aranceles de 25% a todas sus exportaciones hacia Estados Unidos como sanción por la falta de resultados en la combate al tráfico de fentanilo, nunca se imaginó (ojo con el lugar común) que el gobierno mexicano le fuera a llenar el Zócalo para repudiar su decisión.

Trump pudo imaginarse algunas medidas de réplica, de represalia por parte del gobierno de México, como el aplicar aranceles a productos estadounidenses de venta masiva en nuestro país, o de llevar el caso a los tribunales internacionales, pero jamás que le fueran a llenar el Zócalo de la Ciudad de México para responderle; eso sí descolocó al presidente de Estados Unidos, quien por ahora ya cedió por un mes, y ya veremos en abril. A ver quién se cansa primero, si él de amenazar con aranceles o la presidenta Sheinbaum de llenarle el Zócalo.

Claudia Sheinbaum en su conferencia matutina del 6 de marzo de 2025. Foto: AFP
Claudia Sheinbaum en su conferencia matutina del 6 de marzo de 2025. Foto: AFP

Y lo del Zócalo es solo una muestra de lo que un pueblo indignado puede hacer, pues pueden venir medidas aún más drásticas. El gobierno podría organizar una consulta ciudadana para preguntarle al pueblo si apoya o repudia el castigo arancelario de Trump. ¿Se imagina cómo iba a quedar Trump cuando viera que el 99 por ciento de los mexicanos no apoya la imposición de aranceles? Quedaría moralmente derrotado.

Otra prueba de que se metió con la presidenta equivocada queda evidenciada con dos datos duros: a la presidenta de México, ocho de cada 10 la aprueban; mientras que, en el caso de Trump, menos de cinco de cada 10 estadounidenses avalan su gestión. Además, México viene de tener el mejor presidente de su historia, Andrés Manuel López Obrador (dato verificado y proporcionado por AMLO), mientras que Estados Unidos viene de tener el peor presidente de su historia, Joe Biden (dato proporcionado, sin verificar) por Donald Trump).

López Obrador en su última mañanera. Foto: Diego Simón Sánchez / EL UNIVERSAL
López Obrador en su última mañanera. Foto: Diego Simón Sánchez / EL UNIVERSAL

El magnate será un hacha para las negociaciones y defenderá sus intereses como un perro de caza, pero aquí se topó con la doctrina Kalimán, y él podrá contra cualquier enemigo, pero con Kalimán no sabe en la que se mete, pues nuestro héroe sí es verdaderamente invencible.

Quizá quienes están haciendo el favor de leer esto no saben quién es Kalimán y cuáles eran sus poderes, pero aquí su Arlequín de confianza les da unos pequeños datos de contexto:

¡Kaaaalimán! El hombre increíble es caballero con los hombres, galante con las mujeres, tierno con los niños, e implacable con los malvados”. Es un héroe descendiente de los faraones egipcios, cuyo lema es “el que domina la mente lo domina todo". Usa turbante y, como armas, una daga y dardos que hacen dormir por seis horas a una persona. Tiene varios poderes mentales, entre otros, hipnosis, telepatía, telequinesis y levitación. Es capaz de hacer que su mente vaya a otro sitio y dar órdenes mientras que su cuerpo se queda en otra parte y con solo algunos toques a su cara, puede cambiar o alterar su rostro y su cuerpo. Domina las artes marciales y otras técnicas de combate, y tiene una gran personalidad y un magnetismo irresistible.

Por su insolencia y abuso contra México, se nota que Trump nunca leyó una historieta, o escuchó las radionovelas mexicanas en la década de los 60, para conocer las hazañas de ¡Kaaaaliman! El hombre increíble, pues, de haberlo sabido, no se mete con los mexicanos practicantes de la filosofía de este gran héroe.

Así que serenidad y paciencia, recuerde que el que domina la mente domina todo, y si ya la Presidenta logró dos veces dominar la muy retorcida mente de Trump, solo es cosa de seguir aplicando esta doctrina hasta que lo tenga comiendo de su mano, casi como hoy lo tiene el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien seguramente sí escuchaba en sus años mozos la radio mexicana y aprendió del maestro Kalimán.

Serenidad y paciencia, mucha paciencia.

ME CANSO GANSO.— El mitin del domingo

Si usted no es un apátrida, y en verdad es mexicano, seguro estará este domingo en la plancha del Zócalo para apoyar a la Presidenta y decirle a Donald Trump que ¡no está sola, no está sola, no está sola! Y además de un buen sombrero para el sol del mediodía, vaya aprendiéndose esta consigna para cantarla a todo pulmón cuándo se le indique:

Más si osare un extraño enemigo profanar con sus aranceles tus aguacates, piensa ¡Oh, Patria querida! que el cielo un miembro de la 4T en cada hijo te dio.

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