Si en su sexenio José López Portillo prometió defender el peso, como un perro, Andrés Manuel López Obrador, el mejor presidente que ha tenido México, defiende sus posturas como un tigre, y no le teme a nada, ni a nadie. A los gringos intervencionistas se los desayuna, a los jueces corruptos se los almuerza, y a los tercos padres de los 43 normalistas desaparecidos, se los merienda. Para todos tiene.
Sí, el Presidente no solo es un beisbolista que macanea duro, sino que es un kid, un fajador que suelta ganchos, rectos y cruzados a todo aquel que se ponga en camino su transformación de México.
Ken Salazar, el bonachón embajador de Estados Unidos al que se le abrieron de par en par las puertas de Palacio Nacional, no supo apreciar la confianza del presidente López Obrador, quien lo recibió más de 50 veces, incluso en más ocasiones que a algunos de los miembros de su gabinete. El buen Ken, incluso era criticado por funcionarios del Departamento de Estado (la cancillería de Estados Unidos) por su cercanía y condescendencia con AMLO, sacó las garras de halcón.
Todo iba bien, pero el metiche embajador se atrevió a criticar la reforma judicial del presidente, que incluye la elección popular de jueces, magistrados, ministros, y, de un solo golpe, el “Tigre López” puso en pausa a Ken, cuyo sombrero salió volando.
Y a todos los jueces y ministros vendidos que han fallado en contra de sus obras o sus reformas también les ha tenido que poner sus estate quieto, varios golpes mañaneros. Hasta a los estudiantes de la UNAM les ha tenido que quedar algunos zapes, por ser unos bobos que se dejan engañar por sus maestros y se ponen en contra de su reforma al Poder Judicial.
Desde luego que, para la UNAM y sus rectores, el anterior y el actual, también ha tenido algunos manazos. A la UNAM, su alma mater, la ha señalado como una universidad que se ha derechizado. Y a los rectores los ha acusado de ser parte de una mafia que por años ha dominado la máxima casa de estudios de México y la han convertido en una universidad elitista y alejada del pueblo Tengan para que aprendan, les aplicó el uno, dos.
“El Tigre López” no se arredra ante nadie, poderosos magnates que al inicio de su sexenio llamaba amigos, incluso a algunos de ellos los integró a un consejo de asesores, y que se han vuelto sus adversarios y sus críticos y los enfrenta sin temor. Si antes para ellos había palabras amables e invitaciones a Palacio Nacional a comer tamales de chipilín, hoy les ha caído encima con demandas y auditorías.
A los que también ha tenido que descontar es a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, quienes se niegan a aceptar la verdad histórica del gobierno de AMLO sobre lo sucedido con los estudiantes en septiembre de 2014. Los padres de los desaparecidos no aceptaron la verdad histórica del gobierno de Peña Nieto, y ahora tampoco están conformes con la del gobierno de López Obrador. Cómo no va a pelear con ellos el Presidente, si no aceptan su verdad.
Otras con las que el Presidente ha tenido que intercambiar guantazos son las madres buscadoras, quienes, por todo el país, tratan de localizar a sus hijos desaparecidos. El Presidente, les dijo que son manipuladas por un bloque conservador que busca golpearlo, pero él, con agilidad, se quita el golpe con un quiebre de cintura, sube la guardia, aprieta los puños, y regresa el golpe a los conservadores.
Otros golpes duros han sido para los intelectuales y medios de comunicación, tanto nacionales como extranjeros, a los que un día sí, y otro también utiliza como peras de entrenamiento mañanero.
En marzo de 2018, durante la 81 Convención Bancaria que tuvo lugar en Acapulco, Guerrero, el entonces candidato presidencial López Obrador advirtió: “si se atreven a hacer un fraude electoral, yo me voy a Palenque, y a ver quién va a amarrar al tigre, el que suelte el tigre que lo amarre”. Quién lo diría, no hubo fraude, él ganó, pero el tigre anda suelto y peleando con el que se le atraviese.
ME CANSO GANSO. – Otros datos y mentiras de principio a fin
Muy orgulloso, el presidente Andrés Manuel López Obrador aparee a cuadro para presumir en un anuncio, con motivo de su Sexo Informe de Gobierno, los grandes logros de su administración.
"Tenemos soberanía energética, la Comisión Federal de Electricidad produce el 55 por ciento de la luz y distribuye la energía eléctrica en todos los hogares del País. Pemex produce el 90 por ciento de las gasolinas que consumimos y lo más importante, no aumentó el precio de la luz de las gasolinas, del diésel, del gas, lo hicimos entre todos. Gracias", dice muy orondo.
Solo un par de datos, que, con el riesgo de ser pesimista, refutan lo presumido por el Mandatario.
Según datos del Inegi entre diciembre de 2018 y julio de 2024, es decir, durante 68 meses de la autollamada Cuarta Transformación, el precio promedio de la gasolina regular subió de 19.41 a 23.91 pesos, un alza de 23% en todo el país. Y si usted no cree en el Inegi, solo recuerde si la última vez que cargo gasolina pagó lo mismo que hace seis años.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Energía, el consumo de gasolinas y diesel en el país está basado en la importación, la cual actualmente representa casi seis de cada 10 litros que los automovilistas mexicanos cargan en estaciones de servicio.
Si usted no cree en los datos del Inegi, y en las cifras de la Secretaría de Energía, sea feliz y quédese con los otros datos del Presidente.
Y para no amargarle el fin de semana, luego hablamos de los spots en materia de seguridad y salud, que también están plagados de otros datos.
ME CANSO GANSO II. –
Ojalá en los próximos 31 días, AMLO deje de dar trompones, descontones y poner pausas a las relaciones con otros países, pues de lo contrario, a la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum solo asistirán los presidentes y jefes de Estado de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte y Rusia. Por cierto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin puede acudir con toda confianza a la toma de posesión de la presidenta Sheinbaum, pues si la Interpol intenta detenerlo en suelo mexicano para ser juzgado por crímenes de guerra, ahí estará puntual para impedir su arresto, y rescatarlo, el encargado de la fiscalía de la Ciudad de México, Ulises Lara.