Bienvenido paisano, ya olvídese de las groserías y malos tratos de Donald Trump, y pásele a su casa que lo estamos esperando para que goce de su país. Ya no es el México neoliberal que los expulsó, no señor. Va a regresar a un México transformado que vive un momento estelar. Dejó un México en decadencia y ahora volverá a la Dinamarca de América.
Los monstruos de la pobreza, la violencia, es desempleo y los bajos salarios, que lo obligaron a dejar su tierra, ya se han ido. Regrese con toda confianza pues gracias a la Cuarta Transformación está volviendo a un país en el que ahora hasta los estadounidenses quisieran vivir.
Si usted es de aquellos a quien los asesinatos de la era de la narcoguerra de Felipe Calderón lo hicieron dejarlo todo para ir a pasar penurias a Estados Unidos, le tengo la buena noticia de que ya puede volver, pues la cosa ha cambiado, y aunque hoy hay más homicidios dolosos que el calderonato, usted podrá vivir tranquilo, pues en el México de la transformación solo matan a dos tipos de personas: las que pertenecen a un cártel, y caen en las batallas que por gran parte del país libran contra otros cárteles rivales, y a las que tienen la mala suerte de estar donde se pelean esas batallas. Así que usted no se mete con ellos, y no sale de su casa en algunos estados como Tabasco, Sinaloa, Guerrero, Zacatecas, Sonora, Michoacán, Guanajuato y otra veintena más, podrá vivir en paz y dormir a pierna suelta.
La corrupción que tanto lo perjudicó ya no existe. La pasada administración acabó con ese flagelo que históricamente golpeó a los mexicanos. Hoy todo es rectitud y honestidad. No tendrá que volver a pagar una sola mordida o dar moches, pues la honestidad valiente es el sello que distingue a los gobiernos de la transformación y al nuevo país.
Y si usted no se fue huyendo de la violencia, pero es de los que se arriesgaron a correr grandes riesgos para llegar a los Estados Unidos para alejarse de la pobreza y buscar una mejor calidad de vida, o tener un empleo y un mejor salario, ahora pude tener todo eso aquí en su propio país, sin muros, sin discriminación, sin problemas.
El sueldo mínimo ha subido muchísimo desde que usted se fue y hoy ya es otra cosa, desde luego, sus 278 pesos con 80 centavos diarios están un poco lejos de los 320 pesos (16 dólares) por hora. Y claro que usted ganará en un mes en México, lo que en EU ganaría en menos una semana, pero aquí hay varias ayuditas para sus viejos, sus chamacos y madres solteras, que le ayudarán a emparejarse un poco, y si regresa, hasta lo van a recibir con una tarjeta con 2 mil pesos fortachones y un plato caliente de “huevo en salsa roja, guisado de chicharrón, huevo con salchicha o asado de res, acompañado de atole o café, frijoles, tortillas, plan blanco y galletas”.
Además, no todo es mejor allá, no solo se fije en el sueldo, pues en Estados Unidos los servicios médicos son carísimos y aquí son gratis, incluyendo las medicinas, y ante cualquier emergencia siempre estará cerca de usted el buen doctor Simi.
De aquel lado todos los servicios médicos son privados, aquí en su tierra, la 4T le ofrece un sistema sanitario público y universal, y con altos estándares de calidad, solo comparables con los de Dinamarca, y que incluso, están aún por mejorar, pues en unas cuentas semanas, el médico irá hasta su casa y casi en cada esquina habrá farmacias que le surtirán, desde luego gratis, cualquier medicamento que le sea recetado. Como la va viendo, a poco no lo están dando cada vez más ganas de regresar.
Y aún no ha escuchado lo mejor. Si está preocupado por las remesas que mandaba y que ya no llegaran, no se apure. Mientras usted se sobaba el lomo, el gobierno creó audaces políticas públicas para que ese dinero fuera productivo, y apoyó proyectos para que con los dólares que usted mandaba cada mes se generara desarrollo. No crea todo se gastó en caprichos u obras improductivas. Le construyó un tren, una refinería un aeropuerto, le compró una línea aérea, para que usted que ya trabajó mucho venga a descansar y gozar del fruto de su esfuerzo.
Recuerde que usted es un héroe nacional y que en todas las mañaneras se presumieron las cantidades récord de dólares que usted mes con mes envió a México, así que merece gozar de los frutos de su trabajo, de que su patria le pague por haberlo ayudado con sus contribuciones a crear una economía fuerte que hoy lo espera con los brazos abiertos.
Así que querido paisano, su patria lo abraza, lo estamos esperando, bienvenido a su tierra, o como decimos ahora, Velkomnen til Amerikas Dannmark.
ME CANSO GANSO. - Garduño no te vayas
Por favor, que no permitan que el titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, se vaya del gobierno, sería el peor momento para dejarlo ir. Ya se pagaron, con fondos públicos, 300 millones de pesos a las víctimas que perdieron la vida en el incendio de la estación migratoria en Ciudad Juárez, y Garduño está bajo proceso por esos hechos, así que no hay necesidad de que lo despidan ahora que una avalancha de estadounidenses comiencen a cruzar hacía México, o como se le conoce ahora la Dinamarca de América, para gozar del bienestar que ofrece este humanista y generoso país a sus ciudadanos y a los extranjeros que quieran migrar a esta tierra de oportunidades. Conserven a Garduño, si necesitan referencias de su trabajo solo basta hacer una llamada telefónica a Palenque, Chiapas, para que el expresidente López Obrador, quien lo designó y sostuvo pese a la tempestad, lo recomiende, seguramente tendrá la mejor opinión del buen Paco.