Hace tiempo escuchaba decir a Bernie Ecclestone, uno de los hombres más importantes e influyentes en la Fórmula 1, que las mujeres no deberían ser tomadas en serio en ese deporte, pues no son físicamente capaces de llevar un auto Fórmula 1.
Si bien es cierto que un conductor del más alto nivel en los deportes de motor debe someterse a entrenamientos de resistencia y fuerza muy demandantes, también es verdad que la disciplina y el talento son vitales para competir y ganar un campeonato de esa naturaleza. Definitivamente, estas habilidades no son exclusivas de los hombres.
Entonces, ¿por qué no hay mujeres en la Fórmula 1?
Aunque la presencia del género femenino en dicho deporte se ha incrementado en los últimos 20 años y es posible ver a mujeres desenvolviéndose dentro del ámbito como ingenieras, directoras de equipo, estrategas o pilotos de prueba, aún existe un sesgo significativo que las mantiene fuera de la competencia.
Desde su creación en 1950, han sido únicamente 10 las mujeres que, a base de esfuerzo y talento propio, han manejado un auto de Fórmula 1. Resulta interesante que, por cada 100 hombres, sólo dos o tres mujeres buscan incursionar en esta disciplina. La educación, los roles de género establecidos y los modelos a seguir existentes cobran un peso importante en la participación femenina en actividades consideradas como exclusivas para los hombres.
¿Qué hubiera pasado si Megan Rapinoe, una de las futbolistas más reconocidas de los últimos tiempos, hubiera roto el paradigma cultural hace 10 o 15 años? Puedo decir que hoy tendríamos a más niñas, jóvenes y mujeres interesadas en incursionar en el futbol y otros deportes tradicionalmente masculinos.
Las personas deberían ser libres de elegir sus intereses sin estereotipos de género. Las características que se requieren para el éxito no dependen de haber nacido hombre o mujer.
Por eso, es importante apoyar a nuestros hijas e hijos en sus intereses y enseñarles a confiar en sus capacidades.
Actualmente existen varias mujeres que continúan en la búsqueda de romper la barrera de género que no les permite competir en la Fórmula 1.
Destacan los nombres de Tatiana Calderón, una piloto que se convirtió en la primera latinoamericana en manejar un auto de Fórmula 1, y el de la chihuahuense Alma Macías, la primera ingeniera mexicana en colaborar en la Escudería Ferrari.
Una serie exclusiva para mujeres
En 2019 se anunció la creación de una nueva competición exclusiva para las mujeres, denominada Women Series (W Series), que, si bien marcó un hito importante en la historia del automovilismo, ha generado opiniones divididas entre las pilotos actuales. Y es que mientras algunas consideraban necesaria la creación de una liga femenina de automovilismo para aumentar su presencia y participación, otras lo ven como un paso atrás en materia de igualdad y una forma de segregación de género.
Personalmente, celebro la creación de la W Series, pues, como la propia organización lo refiere, buscan ser una plataforma que dé impulso a niñas y jóvenes interesadas en el automovilismo, con el objetivo de llegar a la Fórmula 1.
Esas jóvenes que hoy incursionan en una disciplina aún dominada por hombres se convertirán en modelos a seguir, romperán muchos más techos de cristal y derribarán barreras.