La labor archivística es interminable entre la búsqueda, catalogación y digitalización, por lo cual es loable cuando se vuelve accesible un material de interés que había sido relegado. En este sentido destaco el trabajo de la Hemeroteca Nacional Digital de la UNAM al rescatar los números de Revista de Revistas de 1910 a 1911, una de muy pocas publicaciones surgidas en el porfiriato cuya relevancia sobrevivió al México posrevolucionario.

Fundada por Luis Manuel Rojas en Guadalajara, Jalisco; individuo por demás fascinante por su filiación a la masonería y su simpatía a la revolución. Llegando esto al punto de que, en su calidad como masón grado 33, intentó abogar ante Henry Lane Wilson y Félix Díaz para salvar la vida de Francisco I. Madero y de José María Pino Suárez. Tras el fracaso de esta tentativa, Rojas se volvería celebre por lanzar en prensa una abierta acusación de magnicidio al embajador estadounidense, situación que le valió censura y una condena a muerte por fusilamiento, interrumpida por eltriunfo del movimiento constitucionalista.

Revista de revistas vio su primer número el 23 de enero de 1910. El éxito fue casi inmediato. El lector interesado destacará la gran apuesta visual y de contenido. Si bien es notoria la línea editorial en la manera de redactar las noticias, existió una gran variedad de contenidos que podían interesar a un público general, desde secciones enfocadas al campo, asuntos militares, páginas humorísticas y una extensa sección dirigida a las mujeres. La propuesta gráfica destaca de igual modo por su riqueza de grabados, sellos, caricaturas e incluso la publicidad. La gaceta fue lanzada con el eslogan: “El semanario más completo, variado e interesante de la República”, esta aseveración difícilmente podía ser contrariada por publicaciones contemporáneas.

Otra sección de nota fue la página literaria, pues el periodista jalisciense logró convocar a los escritores más influyentes de la época en Latinoamérica, a la vez que lanzó traducciones de importantes textos en inglés y francés. Se trató, pues, también de uno de los semanarios más actualizados en cuestión de literatura. La nómina de colaboradores en estos primeros números confirma el ancho de sus alcances: José Asunción Silva, Rubén Darío, Alberto Tena, Juan de Dios Peza, Juan Clemente Zenea, Isaías Gamboa y Amado Nervo.

Esta primera etapa concluiría con el arresto de su principal editor en 1915. Para entonces la estructura del consejo estaría tan consolidada que las prensas no pararon, ahora bajo el auspicio del empresario Rafael Alducin. Después de su liberación en 1916, Luis Manuel Rojas no volvería a dirigir el semanario, pues ocuparía distintos puestos en la administración de Venustiano Carranza, de quien era un convencido seguidor. Incluso con esto, no se alejaría del todo de la prensa, convirtiéndose en director de EL UNIVERSAL, tribuna desde la cual seguiría defendiendo la Constitución de 1917 y criticando los excesos de los sonorenses.

La importancia de las gestiones de la Hemeroteca Nacional Digital rescatando estos materiales no puede menospreciarse. Con la siempre crítica condición de los archivos en nuestro país, es realmente impresionante como suplementos tan fundamentales para la opinión pública pasan de manera tan fácil al olvido. La relevancia histórica, filológica y hasta estética de una publicación como Revista de Revistas vuelve su disponibilidad un aporte valioso para una historia del periodismo mexicano que aún está por escribirse.

Ángel Gilberto Adame
Ángel Gilberto Adame
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