En 1986 se crea el Archivo Histórico del Municipio de Colima (AHMC), lugar donde se resguardan miles de documentos históricos, que datan desde el siglo XVI, el más antiguo de 1532, lo que gracias al trabajo del historiador Dr. José Miguel Romero de Solís, y a su equipo de trabajo altamente profesional en el área paleográfico durante por casi tres décadas, esta institución, ahora tiene un reconocimiento nacional e internacional, al haber logrado: ordenar, sistematizar y dar un servicio a la población solicitante de forma presencial y digital de todo lo que ahí se contiene.
El archivo histórico municipal de la capital colimense, se regulaba con un Reglamento creado en 1986, pero en 1993 nace la Ley que crea el AHMC, norma que sigue vigente dada su especialidad y única, de la misma se desprende (Art. 14) que la Junta de Gobierno de dicho Archivo emitiría un nuevo Reglamento, cosa que no lo hizo y por eso siguió vigente el Reglamento de 1986, eso sí, al nacimiento de la Ley, el Archivo Histórico, se crea Art. 1º. “como un organismo público descentralizado de la Administración Municipal, con personalidad jurídica y patrimonio propio”. Logrando con ello que, durante los casi 30 años de su vigencia, tuviera logros muy exitosos; pues desde que se creó, el equipo que lo conformó y logró ponerlo en la cima del mejor archivo municipal de México, hizo un gran trabajo, pero todo eso gracias a la autonomía con la que contaba para manejarse de manera independiente al Ayuntamiento.
Cuando se crea el archivo histórico municipal, estaba situado en un espacio de 50 m2 y en 2020 ya contaba con más de 3000 m² de documentación de interés público, al principio, solo tenía 10 libros y al concluir la segunda década del siglo XXI ya eran más de 74,200 títulos, uno de los acervos más grandes de la región y de la república mexicana, por regla, ningún documento salía del archivo municipal y todo se ordenaba meticulosamente, las personas pedían una copia de los documentos que ahí se encontraban y se les podía dar en copia en papel o digitalizada y la original quedaba resguardada; con eso, los documentos originales estaban bajo extremo cuidado por profesionales del archivo.
Este sistema de resguardo archivístico que se usaba antes de la entrada de este nuevo Reglamento, cumplía con los estándares más altos de las normas y buenas prácticas nacionales e internacionales en el cuidado de documentos históricos y también del buen orden en el resguardo de documentos de un archivo, evitando que los documentos fueran sacados a discreción y que fueran dañados: Sobre todo, cuando incomodaban a la clase política que gobernaba el Ayuntamiento, pues cada tres años que el titular de ese poder salía, se llevaba los documentos que consideraba importantes para él, incluyendo aquellos que podrían perjudicarlo y quien ingresaba al poder, buscaba documentos en el archivo para atacar a su predecesor; esa es una característica que sufren los archivos municipales en todo el país.
Pero dada la característica de, institución de interés social y de que esta institución un organismo público descentralizado de la Administración Municipal, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que le había dado la ley al AHMC, todavía vigente, esta protección legal le era suficiente para evitar el saqueo de documentos y por eso es que la sociedad civil organizada en Colima, lucha para que le devuelvan esa autonomía que le da la ley y la garantía de que, quien dirija y trabaje ahí, sean personas que cumplan con los méritos para llevar a cabo ese trabajo.
Todo lo anterior se vino abajo cuando llegó un presidente municipal en 2020 y junto con el Cabildo emitió el nuevo y actual “Reglamento Histórico del Municipio de Colima”, a pesar de que la ley vigente, establece que la autoridad competente para emitir ese ordenamiento, es la Junta de Gobierno del propio Archivo Municipal, anteponiendo la creación de la ley General de archivos de 2018 y la Ley de Archivos del Estado de Colima de 2019, pero no se fijaron que la ley especial que regula el funcionamiento del AHMC sigue vigente y que es la de 1993 y el único competente para emitir el Reglamento es la junta de gobierno del AHMC, y menos se quisieron fijar que las nuevas leyes no reñían con la ley del propio archivo.
Este nuevo Reglamento, dio un vuelco total en el sentido de que ahora, el AHMC, prácticamente es una oficina administrativa del Ayuntamiento, y en la que sus documentos pueden ser extraídos fácilmente, sin mayor trámite más que de un oficio. Con la autonomía que mantenía no era posible.
Esta nueva práctica de fácil extracción documental, es grave, desde el punto de vista el derecho humano a la historia, pues toda persona tiene el derecho constitucional de conocer el pasado. Instituciones como el AHMC, que tenía como fin resguardar todos los documentos de importancia y trascendencia que llegara a esta institución y resguardarse como patrimonio de las y los colimenses, ahora ya no se tiene, debido a que a conveniencia y para tener control de los documentos que se encuentren en el archivo, le quitaron la autonomía descentralizada que actualmente les da la ley para tener el control sin ninguna justificación legal para obra del Ayuntamiento y no la gente experta que durante décadas trabajó para resguardar los documentos que sólo los especialistas deben tratar.
Historiadores, académicos y gente especializada en la materia, en su momento y hasta la fecha han estado luchando para que al AHMC, se le devuelva su estatus legal que tiene la ley que lo rige, que el cabildo abrogue el actual Reglamento para que su Junta de Gobierno emita su Reglamento, existe una razón muy sencilla. ¿Quién cree usted que debería emitir el Reglamento para resguardar el funcionamiento del AHMC? Si la ley que regula su funcionamiento está vigente y dice quién debe emitir ese Reglamento, porqué el Cabildo se atrevió a desobedecerla, ¡cuando la ley fue aprobada por el Congreso y promulgada por el Gobernador del Estado en turno!
Los actuales integrantes del Ayuntamiento de Colima, pueden evitar que se siga violentando la ley de manera permanente y devolverle la autonomía al Archivo Histórico del Municipio de Colima, pues los documentos que ahí se resguardan, deben ser protegidos de manera segura.
Además, sería importante que hubiera una reforma a la Constitución Colimense, a fin de que se garantizara desde la carta magna local, el resguardo de los documentos que están en el AHMC y evitar que no vuelva a ocurrir de que, por cuestiones meramente políticas, se ponga en riesgo el derecho humano a la historia de las y los colimenses, pues lo ocurrido es un atentado al patrimonio histórico y cultural del Ayuntamiento de Colima, que violan los derechos humanos de todas las personas, algo que el actual gobierno municipal debe evitar convertirse en cómplice permanente de este agravio social.
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