En un país gobernado por una mujer científica resulta contradictorio que desde la bancada del partido en el poder surjan iniciativas que minimicen el conocimiento y el esfuerzo académico. El pasado 17 de septiembre la diputada federal Bertha Osorio Ferral presentó una iniciativa de reforma al Artículo 14 de la Ley General de Educación Superior (LGES) relativo al otorgamiento de títulos profesionales, diplomas o grados académicos. Ésta busca suprimir “…el examen, tesis o cualquier otro proyecto correlativo que tenga como objeto condicionar el otorgamiento automático del título profesional”.

El documento que acompaña la propuesta es, en sí mismo, lamentable. Evidencia limitaciones e inconsistencias que no están a la altura del proceso de deliberación pública que merecemos como sociedad, así como un pleno desconocimiento del funcionamiento y organización de las instituciones universitarias y, esencialmente, de su razón de ser. Lo más preocupante, a mi parecer, es la narrativa que utiliza la legisladora para convencernos de su propuesta. Afirma que la obtención automática del título profesional facilitará la inserción de los graduados al mercado laboral cuando la evidencia sugiere que las dificultades que enfrentan las juventudes universitarias para conseguir un empleo se asocian más a la precariedad del mercado de trabajo, así como a la falta de experiencia laboral.

La iniciativa desconoce por completo la heterogeneidad del sistema universitario mexicano y de las instituciones que lo conforman. Se refiere a las universidades como entes homogéneos en las que confluyen insumos y procesos maquiladores de títulos; como si la historia y los contextos institucionales fueran irrelevantes. En el país se registran 1,169 universidades públicas y 3,571 universidades privadas. Parte de la diversidad que las caracteriza se refleja en modalidades de titulación que responden a misiones institucionales, a las necesidades del estudiantado y a los rasgos disciplinares.

La Universidad de Guadalajara, por ejemplo, considera distintas alternativas de titulación, tales como desempeño académico sobresaliente, exámenes, tesis, producción de materiales educativos y diseño o rediseño de equipo, aparato o maquinaria. En el caso de la Universidad Intercultural del Estado de México algunas de las opciones son tesis, memoria de vinculación con la comunidad o memoria de experiencia profesional. Por lo que a la Universidad Nacional Autónoma de México corresponde, la decisión sobre las modalidades de titulación recae en los Consejos Técnicos de Facultades y Escuelas.

Quizá lo más lamentable de la iniciativa sea el desprecio por el conocimiento y el saber. El ápice de esta manifestación es la mención de cuatro aspectos negativos que, desde las creencias de su proponente, conlleva el hacer una tesis o el presentar un examen profesional. Por ejemplo: “la gran dedicación de tiempo y esfuerzo que requiere” o bien que “la tesis requiere un tiempo considerable para la investigación, la redacción y la defensa oral…”. La investigación es un proceso arduo; nos ofrece herramientas para entender y solucionar de manera más creativa, responsable e informada los problemas que nos aquejan como sociedad. Es también una base importante para vincular a la universidad con sus comunidades.

La lectura de la iniciativa me hizo recordar algo que escribí siendo estudiante de maestría y que comparto ahora con ustedes: La tesis refleja un posicionamiento ante la vida, ante nuestra realidad, ante el mundo. Es un documento que defendemos y en el que creemos. Para Freire, el acto de estudiar, en el fondo, es una actitud frente al mundo, y por ello, la actitud crítica en el estudio es la misma que es preciso adoptar frente al mundo, la realidad, la existencia.

Bien le haría a la diputada leer y estudiar más para evitar caer en supuestos que no tienen ningún sustento. Dudo que su iniciativa tenga mayor alcance. Si la diputada realmente quiere fortalecer el derecho humano a la educación superior, que dirija sus esfuerzos a garantizar presupuesto para el fondo federal establecido en el Artículo 64 de la LGES. No se requieren atajos para otorgar títulos, sino compromisos serios para sostener y ampliar la educación pública de calidad, con financiamiento suficiente y políticas responsables.

Cámara de Diputados. (17 de septiembre de 2025). Iniciativa que reforma el artículo 14 de la Ley General de Educación Superior, en materia de otorgamiento de títulos profesionales, a cargo de la diputada Bertha Osorio Ferral, del Grupo Parlamentario de Morena. Gaceta Parlamentaria, año XXVII, número 6877-II-I. Disponible en:

Organización Internacional del Trabajo. (2025). Juventud en cambio: Desafíos y oportunidades en el mercado laboral de América Latina y el Caribe. OIT. Disponible en: https://www.ilo.org/sites/default/files/2025-02/Informe%20juventud%20en%20cambio%202025.pdf

Secretaría de Educación Pública. (2025). Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2024-2025. Primera edición electrónica. Disponible en:

Universidad de Guadalajara. (2025). Modalidades de Titulación. Disponible en:

https://cemer.edomex.gob.mx/sites/cemer.edomex.gob.mx/files/files/AIR%202021/305/REGLAMENTO%20DE%20TITULACIÓN%20FINAL_03_08_21%2010_51_56.pdf

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios