En el futbol americano le llaman jugada de atracción, en las películas chafas La Caja China, en la crónica fácil Cortina de Humo y ahora cabría La decisión del Pueblo Bueno. Un distractor, pues. El ejecutante más prodigioso de esta práctica es nuestro Presidente. La ejercita cotidianamente. Más aún, cuando la coyuntura lo pone en entredicho.
Un día si y otro también intenta convencer de que no es igual que sus antecesores, que no tiene favorita para sucederlo y que no habrá dedazo, que no inclinará la balanza en favor de nadie. Sin embargo, la naturaleza humana empareja a desiguales, sobre todo si se quiere pasar a la historia con aplausos y se quiere perpetuar los “logros”. En ese caso, por muy diferentes que hayan querido ser, acabarán haciendo lo mismo que aquellos a quienes tanto criticaron.
Mañana, en su Consejo Nacional, Morena formalizará los deseos del Presidente, quien ya decidió el método de selección de quien será su candidata a la presidencia.
Sabemos que:
-Solo habrá una encuesta y será a finales de agosto. La ganadora será Claudia Sheinbaum, nuestra próxima presidenta.
- Van a participar 4 aspirantes: Sheinbaum, Ebrard, Adán Augusto y Monreal.
- Cada aspirante va a proponer dos casas encuestadoras. En total se propondrán 8 encuestas, pero de esas 8 se seleccionarán 4 por sorteo o tómbola. Las 4 que resulten ganadoras serán encuestas espejo de la que realizará Morena.
Es decir, Morena hará su “encuesta madre” y habrá otras 4 encuestas simultáneas. El Presidente ha dicho que, si se hacen bien, todas las encuestas deberán coincidir.
Así, la candidata arrancaría en septiembre.
El Presidente aseguró a los 4 aspirantes que no se meterá y tratará de que nadie se meta en el proceso interno.
López Obrador fue muy hábil y amarró a los 4 aspirantes para que ninguno se vaya de Morena.
A Marcelo Ebrard le dio todo lo que pedía: encuestas, no injerencia de gobernadores y que todos renuncien en el mismo periodo.
A Monreal también le concedió encuestas, pero principalmente la reconciliación y el respeto en público, el apapacho.
Por eso, Ricardo Monreal aceptó ir por la Jefatura de Gobierno de la CDMX, pero antes deberá pasar la aduana de una encuesta en la que participaría Rosa Icela Rodríguez.
Como sea, el Presidente asume que de los suyos solamente Monreal podría ganar la capital y no se va a arriesgar a perderla.
Quien quede en segundo lugar de la encuesta para la presidencia tendrá la coordinación de la bancada del Senado y el tercero tendría la coordinación de la bancada en la Cámara de Diputados.
Tendremos candidata y luego presidenta.
Patriotas y traidores
La decisión de renunciar del Canciller demostró una vez más su inteligencia superior. Marcó la agenda.
Contrastante con el descuido y la frivolidad de algunos que lo rodean, quienes tras el anuncio lamentaban públicamente que renunciara el día 12 y no el 15 pues no sabían si les pagarían la quincena completa y se advertían unos a otros que no pidieran de un solo golpe sus vacaciones atrasadas para poder seguir cobrando su sueldo.
Más grave aún, el showcito de Maximiliano Reyes Zúñiga, subsecretario para América Latina y el Caribe, quien se molestó porque un reportero le tomó una foto mientras se embriagaba, en horas de trabajo, en el bar del Hotel Hilton Alameda, y obligó a gorilas del hotel y a un policía armado a que lo rodearan y lo obligaran a borrar la foto de su teléfono.
Quizás tristeaba porque se desdibujaba su “hueso”, pero eso no justifica su cavernícola comportamiento con un periodista.
Con esos “amigos”, don Marcelo no solo debe estar alerta por lo que hagan sus contrincantes. Sus enemigos más peligrosos los tiene en casa.