Sé que decir esto puede sonar un poco polémico. Pero, en un ejercicio de honestidad periodística, debo decir que el Mundial de Clubes no me gustó. A mí, me encantó. A priori, debo de confesar, estaba convencido de que el torneo sería un espanto.

Estaba seguro de que los equipos europeos no arriesgarían a sus figuras y que veríamos “una pretemporada oficial”. Pero la realidad fue lo opuesto, pudimos disfrutar de excelentes partidos y de las estrellas mostrando todo su repertorio. Fue un excelente torneo, que estuvo a la altura de lo que es una Copa del Mundo.

¿Habrá consecuencias? Seguramente, sí. El desgaste y la falta de vacaciones, tarde o temprano, le cobrarán factura a los participantes. Probablemente, habrá muchas lesiones musculares en el comienzo de la temporada. Habrá quienes no se lesionen, pero que —por el agotamiento— no puedan alcanzar su mejor nivel.

Aquellos que tengan la fortuna de asistir al Mundial de Norteamérica, ¿en qué estado físico llegarán? El torneo que terminó el domingo podría afectar directamente al evento que paralizará al planeta en 2026.

Qatar 2022 nos ofreció partidos de altísimo nivel, gracias a que sus protagonistas no cargaban con el trajín de una temporada completa.

En 2026, las piernas más caras del mundo llegarán con el kilometraje acumulado de toda la campaña y, encima, sin el descanso completo que habrían tenido en este verano.

Hay quien dice que los futbolistas son muy llorones. Que juegan un promedio de 70 partidos (el año tiene 52 semanas), cuando —por ejemplo— la temporada regular de la NBA consta de 82 encuentros. Así, nada más, suena lapidaria la comparación y sí parece que los futbolistas se quejan demasiado. Pero ¿es tan así? La respuesta es muy clara: No, no es tan así. Basta con diseccionar cada deporte.

Un futbolista corre, en promedio, entre 10 y 11 kilómetros por partido. Por su parte, los jugadores de la NBA recorren entre 4.8 y seis kilómetros por encuentro. Así cambia la cosa, ¿no?

Ya con esos números, queda claro que los basquetbolistas disputan el equivalente a 41 partidos de futbol (a los mejores hay que sumarles la postemporada). Pero además, hay que entender que en el futbol se ejecuta con lo que te mueves y, por ende, las lesiones son mayores en las piernas en el balompié.

El otro elemento a considerar es el tema del descanso. La temporada regular de la NBA se juega de octubre a abril; el futbol de ahora, no para nunca. Un basquetbolista que no pasa a Playoffs tiene entre tres y cuatro meses de descanso anuales. Quienes juegan Las Finales, mínimo reposan dos. Y, como diría Cantinflas, ahí está el detalle. Y es que muchos elementos que están llamados a brillar el año que viene, en este verano no descansaron por el Mundial de Clubes, y el año anterior tampoco lo hicieron por la Eurocopa o la Copa América.

futbol@eluniversal.com.mx

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios