El futbol es tan raro como impredecible. Quizá, eso es parte de lo que lo ha convertido en el deporte más popular del planeta. En todos lados suceden cosas fuera de lo común y que no son explicables.
Generalmente, ganan los que tienen mejores jugadores, pero cada tanto aparece una Grecia como la de 2004, un Leicester City, un Alcorcón, y sus triunfos solamente se pueden explicar mediante una frase, tan gastada como cierta: Así es el futbol.
En nuestra sui géneris Liga está sucediendo. Dos jornada después, el Cruz Azul no ha ganado. Sí, el equipo que dominó de cabo a rabo el torneo anterior y que impuso récord de puntos, no conoce a la victoria en este semestre.
Y tampoco es que se hayan enfrentado a dos potencias. La Máquina empató en casa con el Atlas (destinado a soñar con rozar la zona de Play-In) y perdió en su visita a Ciudad Juárez (uno de los beneficiados principales de que no haya descenso).
Y no fueron resultados circunstanciales. Contra los Rojinegros, no pudieron mantener la ventaja en casa (eso de “en casa” es un decir, pero usted entiende). En la frontera norte, la realidad es que los Bravos les ganaron bien. Incluso, cuando los Cementeros quisieron reaccionar, no fueron capaces de pelotear a Sebastián Jurado. Cruz Azul, esa maquinilla de hacer goles y machacar rivales el torneo pasado, no ha aparecido, y eso que tan sólo pasó un mes.
¿Hay crisis en el Cruz Azul?, ¿Martín Anselmi está en capilla? Me parece que ni una ni otra. Evidentemente, es preocupante que apenas tengan un punto y un gol, pero tampoco es para arrancarse los cabellos. La baja de Luis Romo, por ahora, no ha sido cubierta y su ausencia se nota. El volante mexicano era fundamental tanto para generar juego como para defender, y hasta ahora no ha habido quién cumpla con su función.
Por otro lado, y esto es una simple teoría, tal vez Anselmi haya decidido cambiar la forma. Ojo, no me refiero a la manera de jugar, esa es innegociable (me parece), sino a cómo encarar cada fase del certamen. Tal vez el DT argentino busca evitar que su equipo llegue en la parte baja de la curva de rendimiento a la Liguilla y se llevará con calma la fase clasificatoria de la Liga, para cerrar fuerte y llegar en plenitud a lo único que vale. Para confirmar esto, habrá que esperar el tercio final del Clausura y, de ser cierto, la fase final se pondrá más que interesante. Como sea, creo que el entrenador se ganó el beneficio de la duda y —sobre todo— ganó tiempo.
Adendum. “Ya viene el América de verdad”, le escribí a Knut. Me dejó en visto.