Mientras escribo estas líneas, crecen los rumores de que el registrará a Renato Ibarra. Tal vez, para cuando usted esté leyendo esta columna, el ecuatoriano ya sea parte del plantel de Coapa, pero no se desanime y siga leyendo. Que el rumor se materialice no cambia en nada lo que sus ojos están por descifrar. Eso sí, antes de continuar, le aseguro que el objetivo no es juzgar la vida privada de nadie.

Cada vez que escucho que Renato está por convertirse en jugador elegible de las Águilas , me resulta imposible no imaginarme al Club América como si fuera una persona caminando sobre una capa de hielo muy delgada. Y, como en las películas, veo cómo esa superficie se va cuarteando con cada paso. En el cine, uno espera que el hielo aguante y nadie caiga; en este caso, me parece imposible que eso suceda.

Pero el América no caerá a las aguas heladas del Polo Norte o de algún lago ruso. Se hundirá en un océano llamado incoherencia. Aunque claro, ellos saben que cuentan con la poca memoria de este país como aliada. ¿Cuándo un escándalo duró más de 15 días en México? , ¿cuándo algo verdaderamente relevante provocó una indignación real entre todos nosotros? La respuesta es nunca. Quince días después, a otra cosa, y tan tan.

¿Le suenan los nombres de Osciel Anaya y Omar Lomelí? Seguramente no. Ellos dos fueron los futbolistas que, tras protagonizar el video que parodiaba a la canción “ Un violador en tu camino” , utilizada como himno feminista para exigir las condiciones mínimas de seguridad, fueron dados de baja de la categoría Sub-17 del club. Aunque, desde las oficinas del equipo, aseguraron que su despido obedeció a un recorte normal y no a una medida disciplinaria.

A raíz de ese incidente, el América anunció que —mediante la Comisión Nacional para Prevenir la Violencia contra las Mujeres— se impartirían cursos de perspectiva de género, situación de violencia contra las mujeres y uso adecuado de las redes sociales, a los jugadores de la Sub-20 y la Sub-17.

Renato Ibarra fue acusado de violencia doméstica , tentativa de feminicidio y tentativa de aborto. Mas allá de si los cargos fueron retirados, es un poco incoherente que alguien involucrado en una situación así pueda recibir una segunda oportunidad en una institución que fomenta la erradicación de comportamientos misóginos entre sus jóvenes. Pero, claro, asumir las pérdidas económicas que significaría rescindir el contrato de Ibarra no es viable. Total, si mete dos goles , ni quién se acuerde.

Adendum. Knut ya fue a pedir que la tatúen el trofeo de este torneo. Así de seguro está de que habrá bicampeonato. Cada quien

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