¿Cuántas veces hemos escuchado a nuestros gallardos directivos asegurar que la Liga MX está a la altura de las mejores? No cabe duda de que nuestra risueña competencia, en muchísimos aspectos, es la mejor de Latinoamérica.
Para que se den una idea, en Argentina está definido el calendario del certamen, pero cada semana se designan los días y horarios de cada juego.
Dicho lo anterior, a nuestra Liga le hace falta aceitar ciertos detalles que parecen nimiedades, pero —si de verdad están buscando acceder a la élite mundial (no se rían, al menos organizacionalmente se puede. Del juego, luego hablamos)— esas pequeñeces toman gran relevancia. Y no sólo por el crecimiento, sino por la congruencia también. Porque no suenan lógicas todas las trabas que le ponen a un equipo de Expansión para certificarlo, cuando el máximo circuito no funciona como reloj.
Apenas se jugó una jornada y ya hubo incidencias más que llamativas. Empezamos con el monitor de revisiones que no funcionó en el estadio de las Chivas; por eso, el silbante nunca fue a ver una posible mano. Ojo, el VAR y el AVAR sí tenían la señal y podían realizar su trabajo, pero ¿de qué carambas sirve tener el sistema si el árbitro central no puede ir a observar las acciones polémicas? Muy simple: de nada. Y es que, por ejemplo, en jugadas de fuera de lugar no es necesario que vaya, pero en acciones de interpretación, él es quien decide. No olvidemos que el VAR no arbitra.
El domingo, se estrenaron los anuncios de las decisiones al estilo de la NFL, pero también se falló en ese aspecto.
“Después de la revisión en cancha, mi decisión es tarjeta roja para el jugador número ‘6’ del equipo Pumas”, fueron las palabras de Mario Terrazas. Perfecto, pero por qué lo expulsó... Eso es lo que se debe explicar; la expulsión se entiende con ver la tarjeta roja. El motivo es lo relevante.
El juego entre León y Tigres se pospuso para mañana por la participación de los esmeraldas en el Mundial de Clubes, al que fueron de paseo y jugaron, su único partido, el 15 de diciembre. ¿O sea que el León jugó en Arabia Saudita dos días antes de que el América y Tigres disputaran la final y por eso pueden reagendar un partido? Se entiende que ese cambio se solicitó pensando que los Panzas Verdes avanzarían, pero —al ser eliminados con tanta premura— lo lógico era cancelar la modificación.
Y para cerrar, ni la Liga sabe en dónde jugará el América el duelo de la Fecha 2. Es un secreto a voces que será en el Azteca, pero hasta ayer lunes en la página de la Liga aparece “ND” en el rubro “estadio”. Es decir: el de la Ciudad de los Deportes sirve para el Cruz Azul, pero no para el campeón. No debería ser así, pero en fin... Son detalles.
Adendum. “Ya extraño el Azteca”, me escribió Knut, tras la derrota.