Demasiadas cosas en la vida son subjetivas, como para hacer un listado. Pero la estética y la felicidad son dos muestras claras. Hay a quien una pintura le parece hermosa y al de al lado le puede parecer espantosa. Y, con respecto a esa sensación de felicidad, existen quienes la alcanzan al pasar un día tranquilo en familia y aquellos que supeditan esa emoción al éxito profesional o a la acumulación de riqueza. ¿Alguno está mal? Por supuesto que no.
Dicho lo anterior, sería absolutamente incoherente señalar a las Chivas por la felicidad que pregonan.
Todos los futbolistas del Rebaño Sagrado que se han plantado ante un micrófono, aseguran estar felices con Marcelo Michel Leaño. Quizá eso no signifique que estén del todo contentos. Pueden disfrutar mucho de la convivencia, pero estar incómodos o molestos por el mal paso del equipo.
En lo que al juego se refiere, en lo personal, me parece que Chivas juega muy feo. Pero, como lo establecimos al principio, la estética es un valor subjetivo y habrá a quien le guste cómo juega el Guadalajara. Pero ojo, hay cosas que no son subjetivas y, si tomamos esos factores en cuenta, es imposible entender el aura de felicidad que rodea al cuadro rojiblanco.
Los resultados son peores que con Víctor Manuel Vucetich. En los últimos cuatro partidos que dirigió el Rey Midas, sumó más puntos que Marcelo Michel Leaño en seis encuentros. Ahora, otro factor que se tomó en cuenta para despedir a Vucetich fue el estilo de juego. Los dueños querían un equipo que no especulara y fuera al frente.
¿Alguien, honestamente, puede decir que la versión de Michel Leaño ha superado en espectacularidad a la de Vucetich ? Ni un ciego se atrevería a tanto. Es totalmente objetivo que estas Chivas juegan igual de feo que las de “antaño”. ¿Entonces, por qué están felices?
De los futbolistas y del entrenador, podría entenderse. Los jugadores aseguran que la relación con el actual DT es mejor que con el anterior, por lo que están contentos. Por su parte, Marcelo Michel Leaño está viviendo el sueño de dirigir a uno de los clubes más importantes del continente, cómo no estar feliz. Pero que los dueños estén contentos llama la atención, y mucho.
¿ Chivas ha caído tan bajo que con esto se conforman? No se equivoquen, Chivas está obligado a, como mínimo, vivir en el enojo absoluto por la pobreza que muestran hace años en la cancha.
Adendum
. “Ya se me había olvidado qué se sentía cruzazulearla”, me escribió Knut, en cuanto acabó el partido en Guadalajara .
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