Guardando sus debidas proporciones, el ataque a la alcaldía de Villa Unión, en Coahuila, me hizo recordar la irrupción pública del autodenominado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). La madrugada del 1 de enero de 1994 el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, estaría festejando uno de sus más anhelados proyectos, el ingreso de México al primer mundo económico. Ese día entraba en vigor el acuerdo de comercio libre con Estados Unidos y Canadá. Pero los rezagos en los pueblos indígenas descarrilaban sus sueños y le devolvían un poco de realidad.
Así, mientras seguramente el presidente Andrés Manuel López Obrador supervisaba los últimos detalles para disfrutar otro festival en su honor, el tercero del año, el cuarto desde que es titular del poder ejecutivo, la realidad se le atravesó en un ojo. En una población al noreste de Coahuila, un comando armado, presuntamente del denominado Cártel del Noreste, abría fuego contra la alcaldía y provocaba una de las matanzas más terribles de la historia reciente.
El mismo Obrador que en campaña no se cansó de repetir que bastaba con que él llegara a la Presidencia para que toda la violencia cesara en el país, ha tenido que tropezar una y otra vez con sus palabras para pegarse en la frente contra el duro filo de la verdad.
Los medios sociales digitales que han sido los principales difusores instantáneos de este tipo de episodios de la novela roja mexicana, acogieron el tema como uno de los de mayor impacto, con 12.8 millones de interacciones, más de 568 mil reacciones, 32 mil 478 comentarios, 687 mil 784 compartidos y 11.5 millones de veces compartidos, para tener un alcance potencial de 47.9 millones.
Las etiquetas bajo las cuales se desarrolló la conversación fueron: #Coahuila con un alcance de 8 millones, #VillaUnión con 12 millones, #CND con 412 mil y Cartel del Noreste con 789 mil. El mayor porcentaje de interacciones se dio en Facebook con 51%, seguido de Twitter con 28%, los portales de noticias con 8% e Instagram con el 13%. Por lo que hace a la conversación, esta fue dominada por Facebook con el 44 %, en segundo lugar Twitter con el 28%, los portales web tuvieron el 17% y finalmente Instagram se quedó con el 11%.
En un análisis hecho al 76% de la conversación se logró detectar que el 41% de los usuarios se burla de la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador y le dice que hay más balazos que abrazos; el 29% reconoció el valor de la policía local para enfrentarse a este grupo criminal y no rendir la plaza ante la delincuencia organizada; el 18% dijo que la gente de esas zonas son apoyadas por los criminales y el 12% manifestó su molestia por el incremento de la violencia en Coahuila.
El caso de Villa Unión, como demuestra el sentir de los medios sociales digitales, son un recordatorio de que la violencia sigue ahí. Es real. No se calma con bálsamos ni cruzadas moralizantes. Quizá es tiempo de recordar las palabras del politólogo francés Raymond Aron: “El ministro que condena la guerra y se prepara para ella no puede ser acusado de hipocresía. Es simplemente cuestión de la distinción entre ética persona y política real”.
