La sesión del Consejo Nacional de Morena celebrada este domingo no fue otra cosa que un montaje que pretende ocultar la repetición grosera de los viejos usos del poder.
En estos días revive el presidente como Supremo Elector y con él, el dedazo, la cargada y el acarreo.
No solo eso, se anunció un arreglo que recuerda al general Plutarco Elías Calles porque mete la mano en lo que deberían ser las primeras decisiones de quien gane la Presidencia.
No faltó un detalle chusco: Mario Delgado propuso un minuto de silencio por la muerte del dedazo.