Si hay alguien en el medio que sabe brillar ese es Diego Boneta, no por nada pudo interpretar al llamado “Sol de México”, Luis Miguel. Pero también sabe cuándo ser discreto y dejar que sea la luz de otros la que deslumbre, como pasó durante la presentación de la serie “El Zorro”, la cual es protagonizada por su novia Renata Notni, donde no dio señales de vida ni en la alfombra roja, pero cuando ya todos los invitados se encontraban en el salón donde se proyectaría el primer capítulo, salió de los baños para sorprender a su amor, abrazarla y decirle lo bien que se veía en smoking. Después se fueron juntos rodeados de asistentes y encargados de prensa rumbo al evento.
Como si fueran gemelas, Alejandra Capetillo y su mamá Biby Gaytán
Biby Gaytán fue en la década de los 90 una de las artistas que hacía suspirar a quien la viera debido a su belleza y su actitud de mujer fatal e inalcanzable. Pero su hija Alejandra Capetillo ha mostrado que ese don también le pertenece, cuando recreó uno de los looks más icónicos de su madre en el cual lucía su larga melena azabache con una medía corona de trenza, un maquillaje en tonos ocres y unos labios en rojo quemado. Conforme la joven iba avanzando en su tutorial de maquillaje, se sorprendía de los parecida que es a su mamá, y cuando el resultado final quedó era como su hermana gemela, algo que no pasó desapercibido por Biby, quién le comento en su publicación de Instagram que le había hecho retroceder 30 años, con la diferencia que ante sus ojos ella era perfecta, y sí, todos los usuarios que comentaron coincidieron.
La lasagna que salvó a Fernando Cuautle en la pandemia
El actor Fernando Cuautle, quien ha aparecido en filmes como “Nuevo orden” y “Heroico”, se considera “especialista en cocinar lasagna”, título que sus amigos avalan, pues dicen que ese platillo le queda muy bien. Es algo de lo que él se siente orgulloso y cuyo origen proviene de los primeros meses de pandemia, cuando junto a su novia se dedicó a vender ese tipo de comida para tener dinero ante la falta de producciones. Sin pena alguna, sino todo lo contrario, Cuautle presume que es un platillo que hace chupar los dedos a quien lo prueba.