En México y ante la sociedad internacional se hace cada vez más evidente que el gobierno de la autollamada cuarta transformación, encabezado por el partido Morena, está cosechando lo que sembró: una serie de políticas y decisiones que han llevado al país a una encrucijada de desastre en múltiples frentes.
El sector agrícola, una de las piedras angulares de la economía mexicana, ha sufrido un golpe devastador. Las políticas implementadas por el gobierno han priorizado la centralización y el control sobre el campo, en detrimento de la producción y la sustentabilidad. La falta de apoyo a los pequeños y medianos productores, así como la eliminación de programas de subsidios y créditos, ha resultado en una disminución de la producción agrícola, dejando a muchas comunidades rurales en una situación crítica de pobreza y desabastecimiento.
El tema de la seguridad es otro punto álgido donde el gobierno ha cosechado un saldo negativo. La estrategia de abrazos, no balazos, ha demostrado ser insuficiente frente a la creciente violencia y criminalidad que azota a diversas regiones del país. La percepción de inseguridad ha aumentado, y las cifras de homicidios y delitos violentos continúan en ascenso, afectando la calidad de vida de los ciudadanos y generando un clima de miedo.
En el ámbito del empleo, las políticas económicas del gobierno han generado más incertidumbre que oportunidades. La falta de incentivos para la inversión productiva, junto con la implementación de reformas laborales que han desincentivado la creación de nuevas plazas de trabajo, ha llevado a un aumento en las tasas de desempleo y subempleo.
La política exterior del gobierno de Morena ha estado marcada por una notable falta de dirección y estrategia. La relación con países clave, especialmente con Estados Unidos, ha fluctuado entre tensiones y problemas diplomáticos. Las decisiones unilaterales y la retórica polarizadora han aislado a México en el ámbito internacional, afectando acuerdos comerciales y la atracción de inversiones extranjeras que son cruciales para el desarrollo del país.
La crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19 expuso las debilidades del sistema de salud pública en México. Las decisiones tardías y la falta de preparación han resultado en un sistema colapsado que no ha podido atender adecuadamente a la población.
El gobierno de Morena ha tomado decisiones que, lejos de privilegiar el interés social, han llevado al país a una trayectoria de destrucción en diversos ámbitos.
La población mexicana hoy enfrenta las consecuencias de estas políticas, y la necesidad de un cambio en la dirección del país se hace cada vez más urgente. La cosecha de destrucción que ha sembrado este gobierno es un recordatorio de la importancia de priorizar el bienestar social y el desarrollo sostenible en la toma de decisiones.
Presidente Nacional del PRI