A las mujeres y los hombres que han forjado al PRI.
Desde su fundación en 1929, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sido la fuerza política actuante de México, forjando un legado de trabajo en la historia política, económica y social del país.
Durante estos 95 años de acción, el Partido ha desempeñado un papel crucial en la transformación y desarrollo nacional, generando un impacto positivo que se extiende a través de diversos sectores locales y regionales.
Una de las principales contribuciones del priismo ha sido generar las condiciones necesarias para favorecer la estabilidad política, gobernabilidad y paz social en el país, permitiendo implementar políticas de mediano y largo plazo y mantener la cohesión social que evitó la fragmentación política y los conflictos violentos que han afectado a otros países de la región.
Ello, vino acompañado de la modernización y el desarrollo económico a través de importantes reformas que sentaron las bases para el crecimiento económico y la industrialización del país. Entre ellas se encuentra la nacionalización de la industria petrolera en la década de 1930, la implementación de políticas de sustitución de importaciones en la década de 1940 y la firma de tratados comerciales internacionales que promovieron la apertura económica en décadas posteriores.
Como partido hemos sido responsables de implementar reformas sociales que han tenido un impacto positivo en la vida de millones de mexicanos, privilegiando la educación y la salud pública como piedras angulares para mejorar los indicadores de desarrollo humano en el país. Promovimos políticas de redistribución de la riqueza y programas de ayuda social que beneficiaron a los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
El PRI es el partido democrático de México. Desde la década de 1940 los gobiernos emanados de su ideología implementaron reformas que paulatinamente sentaron las bases para que el régimen democrático se consolidara en territorio nacional. Esto condujo a una mayor apertura política y a tres alternancias en el Poder Ejecutivo.
No puede entenderse el siglo XXI sin la labor que ha realizado el PRI desde 1929.
A pesar de los desafíos y críticas que ha enfrentado a lo largo de los años, hemos construido un legado perdurable e innegable en la historia de México que hoy está en peligro debido al gobierno autócrata que padecemos.
Por ello, llegamos a nuestro 95 aniversario en pie de lucha para defender no solo nuestro legado, sino sobre todo el presente y futuro de México a través de políticas públicas eficaces y modernas. Y es que a medida que el país avanza, el PRI aprende de su historia y se adapta a los desafíos del siglo XXI para responder a los nuevos retos y desterrar las trasnochadas intentonas dictatoriales.
Por eso, ¡vamos Xóchitl!