El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha dado un paso decisivo para cambiar el presente de México, basado en el interés nacional y el fortalecimiento de la democracia mexicana.
Su Consejo Político Nacional ha aprobado que en la plataforma electoral federal 2023-2024 la piedra angular de nuestro accionar sea la conformación de un gobierno de coalición como la mayor y mejor garantía para la prevalencia de los frenos y contrapesos en el poder público, así como del respeto absoluto a los derechos humanos y las libertades ciudadanas.
El gobierno de coalición es la unidad en la diversidad, pero una unidad que no acalla ni aplasta, sino que reconoce a cada parte, potencia sus diferencias y privilegia los consensos con el objetivo de garantizar gobernabilidad, responder a una agenda amplia de gobierno y avanzar en los numerosos retos que enfrentan las sociedades complejas del siglo XXI.
Se trata de un mecanismo legítimo para formar mayorías y que, justo es reconocer, se hace necesario ante la amenaza que representa el autoritarismo, complicidad criminal y embuste de Morena en el gobierno, que tan solo en cinco años ha destruido gran parte de los avances que nos llevó edificar 50 años.
Este ejercicio de acción política colegiada surge, primero, del diálogo democrático al interior del PRI y también con otras fuerzas políticas, así como de la implementación de acuerdos que representan el compromiso mutuo entre los partidos políticos, reforzando los lazos de identidad colectivos y consolidando la legitimidad democrática de la Nación.
El gobierno de coalición es una aspiración realista en el México de 2024 con el triunfo del Frente Fuerza y Corazón por México, cuya precandidata presidencial Xóchitl Gálvez Ruiz defiende una Nación libre, democrática, próspera, con oportunidades y, sobre todo, en paz, mientras que el partido en el poder solo puede postular más de lo mismo: violencia, sufrimiento, endeudamiento, pobreza, corrupción, enfermedad, cerrazón y odio.
El gobierno de coalición que postula el PRI nos permitirá dejar atrás el gobierno de un solo hombre, para dar lugar a los gobiernos democráticos que escuchan y atienden a la gente sin cortapisa ni egoísmo.
México no resiste otro desgobierno de Morena.