El Frente Amplio por México ha irrumpido en el panorama político con el propósito de corregir el rumbo y ofrecer las respuestas que la sociedad exige. Mientras el oficialismo creía ir en caballo de hacienda para seguir destruyendo al país y abusar del poder público, los partidos de oposición hemos conservado incólume nuestra voluntad de cerrar filas y trabajar juntos y en equipo en defensa de la democracia, el bienestar social, las instituciones y el respeto a la ley.
El movimiento “Va por México” se constituyó en 2021 como una alianza electoral, evolucionando hacia una alianza legislativa y ahora se transforma en un gran frente político conformado por el PRI, PAN y PRD, así como por organizaciones civiles y líderes sociales para consolidarse como una alternativa vigorosa e incluyente en el espectro político nacional.
A pesar de tener orígenes distintos, a todos nos une la visión común de construir una sociedad justa, equitativa, democrática y solidaria, trascendiendo las diferencias partidistas para poner en primer plano los intereses de la ciudadanía.
Un ejemplo de este compromiso es la autorización de la Comisión Política Permanente del Consejo Político Nacional del PRI para suscribir el Frente Político con el PAN y PRD, lo cual nos fortalece de cara a los desafíos de 2024.
Mientras algunos apostaban por nuestro fracaso y no nos veían futuro, hoy la altura de miras de los integrantes del Frente los ha puesto en su lugar y demostrado que en la democracia mexicana nada está escrito en piedra.
Con inteligencia, astucia y unidad, el Frente Amplio por México avanza cuidadosamente en la elección de la persona responsable de liderar su camino, contando con reglas claras, igualdad de condiciones en la competencia, un árbitro profesional e imparcial y el apoyo y entrega de millones de personas que nutren de esperanza y dirección al Frente.
Es claro que estamos creciendo y poniendo sobre la mesa problemáticas que el oficialismo se negaba a reconocer. Hoy el Frente marca la agenda y no se deja de hablar de él.
Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. El principal de ellos es motivar y alentar la participación de millones de jóvenes cuyo futuro se ha visto truncado por las malas decisiones del gobierno actual.
El Frente Amplio por México es un reflejo de la necesidad de cambios profundos y urgentes en el país. Y la ciudadanía ha demostrado su disposición para apoyar este proyecto político que busca el bienestar de todos, dejando atrás el odio, división y miedo que solo generan atraso y frustración.
Es el momento de seguir consolidando este Frente Opositor y sumar más esfuerzos para lograr los cambios que México necesita.
Hoy se abre un nuevo camino en la realidad política, uno de concordia, conciliación y progreso.