Primera escena, llena de intensidad.

Corría el año 2005. En declaraciones para el programa televisivo “Access Hollywood”, Donald Trump, todavía sin cargos públicos, comentaba de modo vulgar sobre su relación con las mujeres, al afirmar que no había problema si las “agarraba” por los genitales. Sí, se trata de Donald Trump, el presidente estadounidense, en una entrevista que hizo historia: "Sabes, me atraen automáticamente las [mujeres] hermosas". — Solo empiezo a besarlas. Es como un imán. Solo beso. Ni siquiera espero. Y cuando eres una estrella te dejan hacerlo. Puedes hacer cualquier cosa", incluso, agarrar a las mujeres por sus genitales (sin que haya implicaciones).

Segunda escena, más amplia e intensa, porque el “Faro de Occidente” deslumbra.

Javier Milei, panelista de televisión, antes incluso de ser diputado. Comentaba en anterior colaboración en este diario, que el panelista Milei descalificaba a Sol Pérez por su desconocimiento de economía y de los autores que cita de memoria el candidato presidencial. Subiendo el tono, Sol Pérez le recrimina el reenvío de dos tuits. En ese programa de televisión se le exhortó a Milei a que se disculpara con Sol Pérez. El argumento de Milei es que ella no sabía nada de lo que hablaba, así como que él no era el creador del tuit. Atención, es claro que si alguien reenvía un tuit es porque coincide o festeja su contenido. Reproduzcamos la elegancia del mensaje para dimensionar el tamaño de la ofensa: “Y si, ante semejante rotura de ano se tuvo que levantar a ponerse agua oxigenada…jajaja” (18/02/2019), festejaba el creador y, con su reenvío afirmaba, su reproductor (Milei). Otra “joya”: “Necesitamos más @Jmilei para abrir mentes que son pocos porque chicas para mostrar el culo hay muchísimas” (de nuevo una mano creadora y otra que mece la cuna haciéndose el bobo, y reproduciendo el mensaje). La conductora del programa, ante la respuesta negativa de Milei, la no disculpa y la soberbia como medio de ahora sentirse el ofendido, comentó tajantemente: “No se retuitea una cosa tan desagradable contra una mujer”. Lo acabaron echando a Milei del programa. Van a decir que eso pasó antes de que estuviera claro el escenario como candidato a la presidencia. Sí, pero de que por sus ideas lo conoceréis, es más que elocuente.

Muy del presente, discusión actual en Argentina. Santiago Oría (director de Realización Audiovisual de la Presidencia de la Nación, es decir, funcionario del gobierno de Milei), a una periodista argentina (María O’Donnell): A VER MANDRILA O’MONELL @odonnellmaria. ¿VOS SOS PELOTUDA? Vos criticás las formas de Milei y defendes al INUTIL y criminal económico de KICILOFF. No creo que lo hagas gratis o sino sos tremenda ESTUPIDA. Te quejas por un insulto suave y chistoso como “burro eunuco” y defendes a este PELOTUDO que hizo MIERDA la economía argentina ¿Sos IMBECIL? Este fallo le puede costar a la Argentina 16.000 millones de USD + intereses. Y la jueza Preska ya ordenó transferir el 51% de las acciones de YPF como parte de pago. ¿Qué editorial vas a hacer con eso TARADA? Con lo que de verdad hace mierda a todos los Argentinos. ¿O el que te da la pauta no te deja criticar a Kiciloff? Tus editoriales son una MIERDA.

Este mensaje en la red X fue retuiteado por Milei, agregando: “Tremenda atendida a mandrilandia”. La alusión a los mandriles es porque tienen la cola roja, en el fantaseo de Milei, han sido penetrados.

Tercera llamada. En México no cantamos mal las rancheras.

“Te vas porque yo quiero que te vayas. A la hora que yo quiera te detengo” (¿porque soy hombre me tengo que callar?).

“Pa' yeguas brutas, las encuentro por manada” (a tono con lo que tuiteaba en el sentido un fan de Milei: “chicas para mostrar el culo hay muchísimas”).

Detengámonos un momento en el mensaje tibio aún de Salinas Pliego: “Oye perra do-Berman y que tienes que decir del asesinato de estas 3 niñas que murieron abrazadas y ejecutadas. ¿Es culpa de calderon? Estoy esperando tu columna sobre el gobierno y su cruel indiferencia, me etiquetas cuando la escribas hdtrpm cara de Ozzy Osbourne versión lencha” (dixit Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas).

Pero para que no quede sabor a poco, algo más: “Válgame que si soltaron a las perras, primero una tal Vane, luego me aventaron al Ozzy Osbourne Lesbiano y ahora me mandan a la bruja, mañana van a mandar a la marrana.

Lea bien bruja @DeniseDresserG, las dos perras que menciona en su publicación, me atacaron primero ellas a mí, lo que me da derecho a defenderme. Así que déjese de mamadas escudándose en la violencia de género y acepte que ustedes no tienen derecho a atacar a los hombres nada más por ser mujeres (aunque parezcan hombres)” (Salinas Pliego de nuevo).

Cuando Salinas Pliego dice “me aventaron”, da a entender que hay una estrategia para fastidiarlo y contenerlo. El presidente argentino Milei habla de periodistas ensobrados. Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas, con múltiples ramificaciones, habla de “textoservidoras”, término con doble filo. El regocijo de jugar con los nombres: la “perra d-Oberman”, en un caso, la “MANDRILA O’MONELL”, en otro. Es un estilo que ha crecido en el último tiempo.

Estas periodistas, virulentamente criticadas, si asumimos el sentido de Salinas Pliego, obedecen a un mandato. Sin engancharme en este supuesto, creo, sin embargo, que entre líneas de esta comunicación epistolar tóxica hay razones poderosas para pensar en un posicionamiento político de un representante del gran capital mexicano (entre los primeros lugares de los hombres, y mujeres, más ricos de México), con agenda continental.

Creo que el discurso de sujetos que comparten el mismo ideario y una agenda política parecida (libertarios), es un punto de encuentro. La construcción social de límites no es cosa de broma. Por ello, la preocupación tiene varias desembocaduras a trabajar: la actitud de fingir demencia, de voltear la cara, de festejar y naturalizar la agresión; de caer en la provocación y devolver basura a comentarios basura. O bien de pensar que este giro discursivo busca la reconstrucción del poder de las élites económicas, encorsetadas en un discurso crítico de la acción estatal (la intervención en la economía, prácticas regulatorias, la carga impositiva, la recomposición del poder judicial, entre otras), como diría Milei, el Estado y la justicia social como representación del Maligno, sin disminuir el discurso del odio, el poder simbólico, y la forma en que resalta la misoginia estructural y la violencia política de género.

Este texto que alude a “ensobradas”, “textoservidoras” y algo más, destacando los puentes en un diálogo imaginario entre presidentes, da pie a pensar en que no hay una distancia grande entre el insulto, como espectáculo, y la construcción de la agenda, como definición política, en este caso, cuando el capital toma la palabra. Vale la pregunta, para repensar: ¿Qué hay detrás de la desmesura verbal? ¿Sólo provocación o también agenda?

Por cierto, voy a apagar la tele y continuar con el libro de Sabina Berman (Los billonarios desaparecen: ¿Y si de un día para otro los ultrarricos desaparecieran del mundo?, Grijalbo, 2025). Me quedé en la parte donde “Los avispones mordían: mataban. Mordían: mataban. Pero las abejas no se han rendido, advertía Wermer. Las abejas se organizan para dar la pelea y es que genéticamente están programadas para dar la vida por la sobrevivencia de su comunidad”. Clic.

(Profesor UAM) aley@correo.xoc.uam.mx

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