El 18 de marzo de 1938, el Presidente Lázaro Cárdenas del Río expropió, por causa de utilidad pública, 17 compañías extranjeras que controlaban el petróleo de nuestro país.
A 85 años de este suceso histórico es momento de reflexionar dónde nos encontramos frente a un escenario internacional cada día más complejo, en donde los combustibles derivados del petróleo son indispensables para el desarrollo de la economía mundial.
Nuestro país sigue siendo uno de los referentes mundiales más importantes en la generación de combustibles y derivados, contamos con 6 refinerías (Cadereyta, Salina Cruz, Tula, Salamanca, Madero y Minatitlán), además del tren de refinación en el Complejo Cangrejera, la refinería de Dos Bocas y la recientemente adquirida planta de Deer Park, las cuales en su conjunto permitirán que México genere al día 859 mil barriles de gasolinas y 591 mil de diésel, rebasando la prospectiva de demanda nacional, alcanzando así la soberanía energética tan anhelada desde hace ya varios sexenios.
De manera que, después de décadas de bajo desarrollo económico y poca producción petrolera, la política energética impulsada por este Gobierno, ha dado como resultado efectivo, en este 2023, el incremento en la producción y exportación de barriles de petróleo, teniendo exportaciones a países como Estados Unidos, Canadá, China, etc.
Asimismo, las finanzas públicas sanas y el ingreso generado por el comercio de combustibles con otros países, el cual asciende a 898 mil 662.9 millones de pesos a finales de 2022, han permitido que la economía mexicana se encuentre estable, garantizando el desarrollo progresivo de nuestro país, generando empleos y bienestar económico en las familias mexicanas.
En relación con lo anterior, la nacionalización del Litio suma a la estabilidad macroeconómica, colocándonos como una potencia energética mundial y formando las bases para alcanzar la soberanía energética, pues estamos convencidos que los recursos nacionales no deben ser entregados a capitales extranjeros, deben ser manos mexicanas las que los trabajen y se beneficien de ellos.
En el Senado de la República, siempre en unidad y pluralidad con todos los Grupos Parlamentarios legislamos a favor de las y los mexicanos, llegando a acuerdos en favor de la soberanía energética de nuestro país.
Por un México soberano e independiente.