La llamada “Iglesia Del Dios Vivo, Columna y Apoyo de la Verdad, La Luz Del Mundo” tiene como valor superior el carácter del elegido de Dios que Jesucristo “en persona” le ha otorgado a sus apóstoles, los tres ungidos (y todos pertenecientes a la misma familia): Aarón, Samuel y Naasón.
Fundada por Eusebio Joaquín González, quien luego de participar en la revolución mexicana y de tener contacto con iglesias apostólicas, un seis de abril de 1926 proclama haber recibido una revelación en la que Dios le habría dado el nombre de Aarón y ordenado fundar la iglesia.
Se trata de una especie de cristianismo comunitario, siempre de carácter popular, que apoya a “los grupos más vulnerables” con dádivas para comprar terrenos y/o pagar servicios básicos. Su retórica es poderosamente nacionalista (no en pocas veces hacen énfasis en Benito Juárez) y en sus sermones insisten en que la felicidad no está en la familia ni en poseer bienes sino en desprenderse de ellos, aunque no encuentran contradictorio la construcción de su iglesia sede (en Guadalajara): una faraónica torre piramidal de placas multicolores que se iluminan en la noche, de una ostentación impresionante y construida básicamente “de a gratis” con el trabajo de los fieles quienes en jornadas de 12 horas y sin pago alguno, levantaron ese gran símbolo del poder de la Luz del Mundo (LLDM).
Ese mismo poder económico les ha permitido tener sus propios canales de televisión y radio, así como su propia agencia de noticias. La iglesia de La Luz del Mundo entiende la importancia de la comunicación constante de sus ideas como método infalible para tener más fieles y mantener el control de los existentes. Esta poderosa red se extiende también por internet, donde todos los días se transmiten sermones, programas y demás producciones donde repiten varias veces su himno: “Haciendo historia” (SIC).
Todo lo anterior es solo un mínimo contexto para entender el origen, la ideología y la fuerza económica de LLDM, pero si acaso el único dato que importa sobre esta asociación religiosa es que su “Apóstol”, Naasón Joaquín García fue sentenciado a 16 años de prisión (reducidos ya a 11 por “buena conducta”), al declararse culpable en apenas tres de los muchos delitos por los que se le acusa, entre ellos abuso sexual, pederastia, producción y distribución de pornografía infantil entre otros.
Pero estas historias de abuso no inician con Naasón, en realidad existen desde la creación de la secta, pero no fue sino hasta que el periodista Ricardo Rocha presentó testimonios de mujeres abusadas por el alto jerarca de la iglesia (Detrás de la Noticia, 1997), que la cloaca se destaparía. Al final los abogados (y los fuertes lazos que detentaban con el poder político de este país) lograron que no fuera más allá del escándalo mediático, pero la narrativa estaba echada: la Luz del Mundo era una secta donde tras sus puertas, su líder supremo, su Apóstol, el “Santo Varón de Dios”, “Papá Nassón”, ejercía su poder para violar niñas y jóvenes.
La cantidad de crímenes cometidos y la crudeza de los valientes testimonios que lo denunciaron en la corte de California vaticinaba una sentencia ejemplar (similar a las cadenas perpetuas en casos similares como el de la secta NXIVM o el de Harvey Weinstein), pero la audaz estrategia de defensa de Nassón logró que todo quedara en 16 años de cárcel, reducidos a 11 por buena conducta. Es claro que no se ha hecho justicia.
En una curiosa aunque nunca desdeñable coincidencia, tanto HBO como Netflix y Televisa (vía VIX) han estrenado documentales sobre este caso. Todos lo abordan con énfasis en las víctimas, y de hecho todos tienen el testimonio de las mismas personas: Anna, Alethea, Joel Silva, Leticia Silva y Sochil Martin, todos ex miembros de La Luz Mundo. La diferencia radica en la calidad narrativa así como la profundidad y enfoque de la investigación en cada uno de ellos.
El primer documental es Unveiled: Surviving La Luz Del Mundo (Estados Unidos, 2023), producido por HBO, Jigsaw y el canal de TV Law And Crime. La dirección corre a cargo de Jennifer Tiexiera, editora de amplia experiencia y documentalista con algunos títulos destacables como P.S. Burn This Letter (2020), que ganó la selección oficial de Tribeca de aquel año. No obstante, Surviving La Luz del Mundo es apenas la primera miniserie documental en solitario de la joven directora.
Al tratarse de una producción norteamericana, el enfoque apunta más hacia las víctimas ligadas a aquel país. Hablado totalmente en inglés, se trata del más convencional de los tres documentales: si bien todos recurren a las llamadas “talking heads” (testimonios a cuadro y algo de material de stock), aquí el ritmo es más genérico y tradicional, muy de documental hecho para la televisión.
El mejor episodio es el tercero, al ser el único que cuenta el testimonio de Kate, la moderadora del foro de Reddit donde las víctimas empezaron a contar sus experiencias (en forma anónima) con Naasón García, describiendo sus abusos en las famosas fiestas privadas de la iglesia así como en las cada vez más comunes visitas a su recámara. Se trataba de historias de auténtico terror con un único punto en común: la descripción de Naasón como un depredador sexual y de su iglesia como un instrumento de cohesión para seguir llevando víctimas a sus pies.
Este tercer episodio es el que mejor cuenta la historia de Alondra Ocampo, una de las personas arrestadas junto con Naasón García cuyo esposo, Christopher KellerMeyer, quien narra cómo se enamoró de la chica cuando la conoció fuera de una biblioteca y el proceso por el cual él tuvo que sumarse a La Luz del Mundo para poder seguir viéndola y eventualmente casarse con ella. Una tarde la policía se presentó en su casa y detuvo a su esposa, acusándola de cómplice de Naasón al ser ella la que reclutaba niñas y jóvenes para él.
El segundo documental es La Oscuridad de la Luz del Mundo (México, 2023), producido por Netflix, dirigido y escrito por Carlos Pérez Osorio, quien previamente había trabajado con Netflix en la dirección del estupendo documental Las Tres Muertes de Marisela Escobedo (México, 2020).
La desventaja que tiene este trabajo en contraste con el de HBO y el de VIX es que se trata de un documental de tan solo dos horas, por lo que Pérez no cuenta con el tiempo necesario para explayarse en el relato como sí lo hacen sus otros colegas documentalistas.
Así, Carlos Pérez decide concentrarse más en mostrar testimonios y entrevistas inéditas de las llamadas Jane Doe’s, cuatro mujeres que de manera anónima declararon en el juicio de Naasón.
A diferencia del caso de HBO (y al igual que con VIX), este documental advierte que contiene descripción gráfica de actos de violencia sexual. Y en efecto, los testimonios de las mujeres violentadas por el líder de La Luz del Mundo son cuanto menos desgarradores. Este es el único de los documentales que tiene testimonio exclusivo de una de las Jane Doe y si bien muestra su silueta desenfocada a cuadro (para cuidar su identidad) la cámara registra sus reacciones ante su atroz relato.
Entre los testimonios destacan aquellos que describen el uso de su poder por parte de Naasón García, quien no estaba lejos de excentricidades como pedir “desayunos temáticos” (en una sandía se tallaba la silueta de la torre Eiffel), así como la exigencia de que todo en su recámara estuviera desinfectado y en su lugar (el cepillo de dientes tenía que tener pasta dental siempre).
En esta pieza también se describen los vínculos de La Luz del Mundo con la política mexicana, pero no ahonda ni tampoco señala al actual gobierno, cuya administración protagonizó el escándalo del “homenaje” a Naasón García en Bellas Artes.
La narrativa de esta pieza es mucho muy superior a la de HBO. Pérez sabe moverse incluso con la restricción del tiempo y entrega un documental tan revelador como doloroso pero siempre cuidando mantener el anonimato de las víctimas.
Por último, el documental producido por Televisa vía N+ y Univisión, El Apóstol (México, 2023) es definitivamente el mejor de los tres.
El guión está escrito a seis manos por Alberto Arnaut Estrada, Pedro G. García y Alejandro Díaz San Vicente. Estos dos últimos fungen también como editor y director respectivamente. Arnaut tiene en su filmografía el estupendo y revelador documental Hasta Los Dientes (México, 2018) sobre el famoso caso de los estudiantes asesinados en Monterrey y que las autoridades quisieron pasar por sicarios.
La ventaja de El Apóstol sobre los otros dos documentales es que al ser una producción de Televisa, los cineastas tuvieron acceso a mucho material de archivo exclusivo de la empresa. Así, este es el único de los tres documentales que se detiene a explicar el origen de la secta (allá por 1926, luego de la guerra cristera), su notable expansión en Guadalajara (otrora bastión cristiano), el corte de trasfondo militar en la organización de la iglesia, y la claridad de objetivo de tener en los pobres a sus fieles más idóneos.
Esta pieza narra también el paso de estafeta entre los hijos de Aarón González, mismo que no fue precisamente terso y que se parece más a las familias de la mafia, donde hay que traicionar con tal de alcanzar el poder.
El guion de Aranaut y compañía explica el inicio de la debacle para LLDM en el famoso reportaje y posterior entrevista en vivo que Ricardo Rocha hiciera (en la señal de Televisa) a finales de la década de los 90. Ese fue el detonante para que algunas valientes víctimas decidieran alzar la voz, aunque serían silenciados con un despliegue de violencia sin precedente.
Al documental de VIX tampoco le tiembla la mano al señalar el penoso episodio del Palacio de Bellas Artes, y menciona con nombre y apellido a los diputados que estuvieron involucrados en este hecho, entre ellos Sergio Meyer y Martí Batres. Los lazos entre el poder político y el poder de La Luz del Mundo se destacan, y son señalados como una de las razones de su vasto poder.
Aunque suene extraño que tres documentales sobre el mismo tema se estrenen con tanta cercanía, al final lo que importa (y eso lo cumplen los tres) es que se sepa esta historia, que se sepa el sufrimiento de las víctimas, que se conozca por todos los rincones donde La Luz del Mundo tiene injerencia que sus líderes son unos depredadores sexuales, que violaron niñas y mujeres, que le quitaron la esperanza a cientos de mujeres y que siguen engañando a miles de personas que de buena fe solo buscan una respuesta, pero lo que encuentran en manipulación, lavado de cerebro y violencia.